Las conexiones a Internet ultra rápidas que nos esperan en el futuro

Con unas velocidades medias de acceso a Internet rondando los 6 megas, en nuestro país el concepto de “banda ancha ultra rápida” resulta desconocido. Hace no mucho han empezado a aparecer conexiones desde 50 y hasta 100 megas, con unos precios poco asequibles y coberturas muy limitadas. La mayor parte de los internautas, al pensar en prestaciones tan elevadas, nos debatimos entre el entusiasmo por las posibilidades que se nos abren y la duda de si se le llega a sacar partido a un servicio de este tipo.

Mientras que en España estos 100 megas son la oferta comercial más avanzada que podemos contratar, otros puntos del globo nos llevan la delantera. Y es que ya existen opciones para poder disfrutar de Internet a la vertiginosa velocidad de 1000 megas. A todos nos viene a la cabeza Japón al hablar de accesos rápidos, pero el país del sol naciente no es el único que apuesta por una conectividad de alto nivel. A pesar de que nuestros vecinos lusos se encuentran en una coyuntura económica aún más complicada que la nuestra, lo cierto es que hay operadoras portuguesas que permiten navegar diez veces más deprisa que cualquiera de las nuestras. Google tiene intención de que estos casos puntuales se hagan norma general, y ha elegido la localidad estadounidense de Kansas City para un proyecto piloto que ofrecerá también 1 Gbps. Es muy interesante esta iniciativa de la marca del buscador, porque desde el principio ha declarado que uno de los objetivos es “ver lo que los desarrolladores y usuarios pueden hacer con velocidades ultra altas, ya sea crear aplicaciones y servicios que necesiten un ancho de banda intensivo, u otros usos que aún no podemos ni imaginar”.

En otras palabras, que a día de hoy en el ámbito doméstico no sacaremos partido a una capacidad de transmisión de datos tan enorme, pero que se nos abren enormes posibilidades. Desde luego, hay algunas utilidades inmediatas de interés: ver videos en streaming a 1080p con alto bitrate, descargar en unos minutos archivos grandes (como juegos o programas de cierta envergadura), obtener resultados increíbles en el P2P… todo ello a la vez, sin que el uso de uno de los miembros del hogar suponga problemas para el resto.

Pero las perspectivas a largo plazo son mucho más jugosas: mantener copias de seguridad de todo nuestro disco continuamente actualizadas en la nube, o incluso prescindir de los archivos locales, ya que los tendríamos en Internet disponibles al instante. O echar nuestra imaginación a volar y llevar la computación en la nube al extremo: transformando nuestro ordenador en una simple pantalla que reciba video y audio, siendo procesados todos los datos en servidores remotos, al estilo de OnLive. Realmente, no tiene mucho sentido especular sobre las posibilidades que abren estas nuevas velocidades. Será la creatividad de millones de personas la que origine nuevos servicios útiles. Pero lo seguro es que toda nuestra experiencia va a cambiar.

Visto lo anterior, parece evidente que el avance tecnológico no se debe detener, y que con el tiempo la apuesta por las conexiones a 1 Gbps va a terminar por ser rentable para la sociedad gracias a las nuevas aplicaciones que surjan. Por desgracia, esta conclusión sólo es válida para algunos países que se esfuerzan por mantenerse a la vanguardia técnica. En España, tal y como están las cosas, más que ser pioneros lo que tenemos que intentar es no quedarnos demasiado atrás. Esperemos que administraciones, empresas y usuarios hagamos todo lo que esté en nuestra mano por revertir la situación, y pronto dispongamos de una banda ancha competitiva que ayude al desarrollo del país.

Imágenes | Matt J Newman y Manchester-Monkey