Cinco series «zombies» (o casi) que tendrían que haber acabado

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Sé que es una actitud un tanto masoquista pero, no sé muy bien por qué, soy incapaz de abandonar un libro por mucho que me parezca una porquería. ¿Será porque espero que mejoren en el último momento? Creo que no, y es una pérdida de tiempo absurda porque, como decía Schopenhauer, la vida es demasiado corta para los malos libros. Lo mismo me pasa con las películas y las series, pero lo peor es que algunas de estas estas últimas me lo ponen realmente difícil porque se resisten a morir y se arrastran, cuán zombies de The Walking Dead, por las parrillas televisivas sin que nadie se atreva a pegarles el compasivo tiro de gracia.

Esto viene a colación del reciente anuncio por parte de la cadena Showtime de que la próxima temporada de Weeds, la octava ya, será la última, pero también por los rumores que dicen que Bones estaría aproximándose a su final. En el caso de la serie creada por Jenji Kohan, aunque nos pese, la decisión llega demasiado tarde pero hay muchas otras que deberían tomar la misma decisión. Porque una retirada a tiempo es una victoria.

Dexter

Dexter

Vaya por delante que soy fan de Dexter y confieso que incluso he soñado alguna vez que el bueno de Dex me envolvía en plástico y me colocaba en su mesa de operaciones, pero la última temporada dejó claro que la serie necesita un cambio radical. Ese cambio pudo llegar al final de la quinta temporada y lo desaprovecharon de mala manera (aún me enciendo cuando pienso en la maldita cortina plástico), y aunque intentaron enmendar el error con el final de la sexta, tal vez sea ya demasiado tarde.

Está renovada por dos temporada más, y si sigue funcionando tan bien en audiencia es muy probable que continúe más allá, pero corren el riesgo de convertir al personaje y a la serie en una caricatura de sí misma, siempre a punto del abismo pero sin atreverse a dar el salto.

The Office

The Office

Cuando Steve Carell decidió abandonar la serie, la NBC tuvo la oportunidad de ponerle fin aprovechando que se encontraba de capa caída. Pero a falta de repuesto, decidieron renovarla y a los guionistas no les quedó más remedio que intentar sacar petróleo de la salida de Carell. Les funcionó durante un tiempo, pero no podía durar eternamente, y en cuanto la situación se normalizó los problemas, ahora agudizados, volvieron a salir a la luz.

Aunque The Office es una serie coral, el alma de Dunder Mufflin siempre fue Michael Scott y su marcha se ha notado muchísimo. Tal vez la solución pase por el tantas veces rumoreado spin off de Dwight, pero ha llegado el momento de tomar una decisión antes de que los fans acabemos cogiéndole manía a los personajes porque, la verdad, no se lo merecen.

Supernatural

Supernatural

La serie de los hermanos Winchester siempre parece estar al borde del abismo y a punto de su última temporada, pero el final nunca acaba de llegar. Hace dos temporadas (por no decir tres) que se libra por los pelos en el último momento y eso se nota, y mucho, en sus tramas cada vez más locas, y no precisamente en el buen sentido. Desde que Eric Kripke, su creador, dejó la serie, se han descuidado las tramas episódicas y sus monstruos de la semana, y su humor, tan característico y desengrasante, ha quedado desplazado a momentos muy concretos que ya no compensan el tostonazo que nos tenemos que tragar. Que llegue el apocalípsis de una vez, pero que llegue de verdad.

Grey’s Anatomy

Grey's Anatomy

Shonda Rhimes nunca ha sido santo de mi devoción pero reconozco que las tres primeras temporadas de Grey’s Anatomy no me disgustaron. A partir de ahí me perdió (no literalmente, claro, que ya he dejado claro que no dejo casi ninguna serie) pero sé que sus fans han seguido disfrutando de sus dramas y sus amorios.

Lo que ya no tengo claro es si todos están de acuerdo con la deriva que está tomando últimamente la serie. Se nota que Shonda quiere hacer limpieza, la serie lo necesita como agua de mayo, pero es incapaz de dejar marchar a actores que están más que hartos de hacer siempre lo mismo pero que se tragan su orgullo a cambio de un buen puñado de dólares. Renovarse o morir, he ahí el dilema, aunque espero que sea morir.

How I Met Your Mother

How I Met Your Mother

Y acabo con una que, en su momento y durante bastante tiempo, fue mi comedia preferida hasta el punto que hubo semanas que esperaba con más ansias un episodio de How I Met Your Mother que de Lost, con eso lo digo todo. Pero en su sexta temporada dio un bajón importante del que se ha ido recuperando a duras penas. Y no es porque a la mayoría ya no nos importe quién es la madre (a mí nunca me importó demasiado) sino porque cargaron el peso de la sobre sobre las espaldas de Barney, un personaje genial, sí, pero al que han acabado quemado (o al menos chamuscado) a causa de su sobreexposición.

En la séptima le han dado más cancha a Robin (mi preferida, lo reconozco) y ha tenido episodios realmente buenos, pero el resultado final ha sido más bien discreto. Ha renovado por dos temporadas más, aunque sus responsables ya han avisado de que durará hasta que deje de funcionar, así de claro. ¿Pero merece la pena? El camino hacia la madurez es divertido, pero la madurez en sí y sus responsabilidades no tanto. ¿Lograrán demostrar que los personajes de las sitcoms pueden evolucionar? Lo tienen difícil.

Estos son sólo algunos ejemplos, la lista podría ser mucho más larga e incluso podría incluir series zombies relativamente nuevas, como The Big C, sin ir más lejos. Seguro que vosotros tenéis vuestras lista particular de series que no entendéis cómo es que siguen emitiendo, ¿os animáis a compartirla?

Archivado en ABC, CBS, Dexter, Grey's Anatomy, How I Met Your Mother, NBC, Showtime, The Big C, The CW, The Office, Weeds
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