Hipatia de Alejandría, una heroína de la ciencia

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Hipatia de Alejandría fue una filósofa neoplatónica, que cultivó los campos de la astronomía y las matemáticas. Realizó aportaciones importantes, como la mejora del astrolabio y la invención del densímetro. Fue contemporánea de la mítica biblioteca de Alejandría y su trágica muerte simboliza la eterna lucha entre las supersticiones y la razón.

Hipatia de Alejandría

La leyenda de Hipatia de Alejandría (Ὑπατία en griego) se retrata de manera emotiva en Ágora, la inolvidable película de Amenábar. En ella se relata la vida de una mujer amante de la verdad y la razón, como contrapunto al fanatismo religioso. Hay quien ha querido ver en Ágora un ataque al cristianismo y sin embargo las conspiraciones que llevaron al asesinato de esta heroína de comienzos del siglo V, poco tenían que ver con la doctrina cristiana y mucho con las luchas de poder.

Amenábar (curiosamente, de nombre Alejandro) muestra a través de la vida de Hipatia de Alejandría una historia que se repetirá muchas veces durante la Edad Media: la incomprensión hacia una persona adelantada a su tiempo que, a través de reflexión y análisis, está entregada a la búsqueda de la verdad.

Le pasó a Copérnico y le pasó a Galileo (que tuvo que abjurar ante la Santa Inquisición de su teoría heliocéntrica). Le pasó a tantos y tantos a lo largo de la historia de la humanidad…

Si bien en el siglo V el concepto de ciencia estaba implícito dentro del de filosofía, Ágora está plagada de referencias a la belleza del pensamiento científico, apareciendo incluso referencias a uno de los principios más extendidos en la explicación de la naturaleza: la explicación más simple es la más probable.

Este principio lo formularía Guillermo de Ockham en el siglo XIII a través de su célebre Navaja de Ockham:

Pluralitas non est ponenda sine necessitate (la pluralidad no se debe postular sin necesidad.).

Hipatia, imbuida del pensamiento clásico, concibe el universo como un conjunto armonioso que se describe con formas puras, siendo la circunferencia la más pura de todas ellas. A pesar de que acepta la idea de partida de que la tierra es el centro del universo, no comprende el acercamiento y alejamiento de las estrellas errantes (los planetas del sistema solar), ya que esta variación no se corresponde con la esperada una órbita circular alrededor de la tierra.

Estrellas errantes

El propio sol es considerado una de las estrellas errantes y también se observa una diferencia de su distancia a la tierra en los solsticios de invierno y de verano. Y es este acercamiento y alejamiento del sol, lo que impide aceptar la teoría heliocentrica, ya postulada por Aristarco de Samos.

Para los filósofos de la época no es verosimil que la tierra esté en movimiento ya que entonces los objetos sobre la superfície de la tierra no podrían estar inmóviles. No contaban en su bagaje de conocimientos con el concepto de la Primera ley de Newton, según la cual la inercia de un objeto a una velocidad cualquiera, hará que permanezca a esa velocidad. Si la tierra se desplaza alrededor del sol a una velocidad, todos los objetos de la tierra tendrán (además de la velocidad e rotación), esa velocidad.

Amenábar retrata la fuerza que ha hecho a la humanidad salir de las cavernas y poner un pie en la luna: Hipatia se encuentra ante un conflicto entre sus ideas preconcebidas y encajar el puzle que le demanda la lógica. Finalmente encuentra la solución desde una perspectiva nueva: observando las secciones cónicas de Apolonio comprende que las órbitas alrededor del sol han de ser elipses, que al igual que la circunferencia, son curvas cónicas.

Curvas cónicas

La biblioteca de Alejandría aparece en la pélicula, como un templo de la sabiduría, antagonista a las verdades reveladas o supersticiosas. La superstición está personificada en el fanatismo de los cristianos de Alejandría de finales del siglo IV, que creen tener a Dios de su lado, ya que creen ciegamente “lo que está escrito” y rechazan todo aquello que no forme parte de las escrituras sagradas (¿les suena?).

Se presiente el final del reinado del imperio de la razón de la etapa clásica y el comienzo de una oscura etapa de misticismo religioso en la Edad Media. No está claro que la destrucción de la biblioteca fuera atribuible a hordas de fanáticos cristianos, pero así lo demanda la coherencia del hilo argumental de Ágora.

Es un hecho aceptado por los historiadores de la antigüedad clasica, que Hipatia de Alejandría fué asesinada, descuartizada y quemada. Destrucción contra armonía, razón contra fuerza bruta. Esta dualidad es tan antígua como la humanidad misma.

Sin embargo, muchos otros vinieron tras esta heroína, icono de belleza y sabiduría: Copérnico, Leonardo, Descartes, Newton, Marie Curie, Einstein… la lista es interminable. Ciencia y razón siempre han sacado a la humanidad de los tiempos más oscuros, lo hicieron en la antigüedad y lo volverán a hacer.

¿Viste Ágora? ¿Que opinas de la eterna lucha entre el pensamiento ilustrado y la fuerza bruta?

Archivado en Cristianismo
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