Hace un año nos planteábamos en Xombit qué pasaría con los taxistas cuando los coches pudieran moverse sin conductor por las ciudades. Estos taxistas hoy se ven más afectados ya que dos de sus grandes enemigos, los coches autónomos y la aplicación Uber, parecen tener un futuro muy unido.
Uber ha anunciado un acuerdo donde ambas partes invertirán 300 millones de dólares (264 millones de euros) en crear una flota de coches autónomos según Bloomberg. El plan no se proyecta en un futuro lejano y las pruebas con los automóviles sin conductor comenzarán en septiembre en Pittsburgh (Pensilvania).
Esta decisión afecta enormemente a los conductores de Uber, que ven cómo los coches sin conductor amenazan su futuro en la aplicación. Sin embargo, el acuerdo entre Uber y Volvo beneficiará a los usuarios de la aplicación, que verán cómo bajan considerablemente los precios de los viajes.
Así lo ha afirmado Travis Kalanick, director ejecutivo de Uber, en unas declaraciones recogidas por el diario Expansión: “Cuando no haya conductor, el coste de usar Uber será más barato incluso que ser propietario de un vehículo”. El trámite será fácil: los usuarios podrán elegir en la aplicación si quieren un coche autónomo o con conductor. A partir de ahí, Uber irá teniendo en cuenta las reacciones, opiniones y sensaciones de los clientes para elegir cómo continuar.
Por el momento solo el modelo adaptado XC90 podrá ser utilizado por Uber, que adquirirá los coches directamente del fabricante e implantará su sistema de control relacionado con los pasajeros.
Parece que Uber está apostando con seguridad en su liderazgo tras aliarse con la firma japonesa Toyota en un acuerdo que puede cambiar el sector del transporte. Toyota confirmó el pasado mayo que iba a invertir una cantidad de dinero aún desconocida en la aplicación de transporte privado. Por otro lado, los usuarios de Uber podrán arrendar coches Toyota e ir cubriendo sus pagos con el dinero que vayan obteniendo trabajando para la empresa de transporte.
La iniciativa de Uber no para ahí y acaba de adquirir también la startup Otto, especializada en vehículos de guiado automático. La compañía ha pagado 680 millones de dólares para hacerse con los derechos de una empresa de apenas 90 empleados que puede traerle muchas alegrías junto con Volvo.
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