Construye tu Media Center casero: idea inicial

Hoy día es cada vez más frecuente consumir mucho más contenido a través de Internet que a través de cualquier otro medio. Series, películas o, incluso, programas grabados de la televisión llenan las pantallas de nuestros ordenadores. Sin, embargo ¿no sería más cómodo ver todo esto sentados en el sofá del salón?. Con esta idea inicial me plantee el reto de montar mi propio Media Center casero y aprender al mismo tiempo. De hecho, unas de las razones por las que decidí no ir directamente a la tienda y comprarme alguna de las soluciones comerciales existentes fue porque tenía ganas de hacerlo por mí mismo.

En esta serie “Construye tu Media Center casero” iré desgranando todos los pasos que dé para la construcción de un centro multimedia a mi medida ¿me acompañas?

¿Por dónde empiezo?

Antes de liarse a comprar piezas y entrar en configuraciones de hardware y software tendremos que preguntarnos ¿tengo tiempo para dedicarle a la construcción de mi propio Media Center? Si la respuesta es negativa no lo intentes, porque acabarás con la casa llena de cajas con piezas que nunca tendrán uso. En este caso lo mejor será optar por alguno de los dispositivos que venden, como el Apple TV o similar, listos para enchufar y funcionar.

Si te decides, como yo, por la opción complicada lo primero que tendrás que valorar es qué quieres o qué te hace falta. En mi caso, el Media Center irá destinado a la televisión de mi cuarto (una LCD HD ready de 26 pulgadas) por lo que, en principio, no necesito ni un equipo que mueva gráficos FullHD ni que saque sonido digital destinado para un sistema de sonido envolvente.

Placa base

La placa base será el componente principal de nuestro Media Center. Yo elegí una placa con atom integrado a 1.6 MHz que, aunque tiene unos añitos, es equipo de sobra para reproducir vídeo en 720p de forma holgada. El precio al que la conseguí, hace un par de meses, no llegó a los 30 euros. Desde luego, es un gasto contenido para todo lo que ofrece esta placa: tarjeta de vídeo y tarjeta de sonido integradas (sin unas prestaciones sorprendentes, pero más que suficiente para mis necesidades), un procesador con una potencia suficiente y un consumo bajo, puerto ethernet, etc.

Las placas Mini-ITX, como la que os he presentado, tienen ciertas ventajas, como su tamaño o el poco calor que generan, para cumplir la función de Centro Multimedia de una forma eficiente. Lo cierto es que sólo recomendaría usar otro tipo, de mayor tamaño o potencia, si la tenéis por casa sin uso y tenéis la oportunidad de reciclarla.

Evidentemente, en la construcción de nuestro dispositivo multimedia, tengo la intención de reducir los costes lo más posible y eso implica reutilizar todos aquellos componentes que ya tenemos y a los cuales actualmente no damos uso.

Ya tengo la placa base ¿Y ahora qué?

El siguiente paso será determinar cuánta memoria RAM necesitamos, buscar una carcasa bonita para el dispositivo, un disco duro adecuado, la fuente de alimentación, etc. Si no queréis perderos estos detalles estad atentos al próximo capítulo de “Construye tu MediaCenter casero”.

Si deseas compartir tus secretos en el montaje de un Media Center o quieres preguntar cualquier cosa, no dudes en dejar un comentario.