Es difícil cuantificar cuántas horas al día conectado al Facebook se considera un problema, el número de tweets escritos que resulta excesivo o qué frecuencia en la consulta de las notificaciones de tu smartphone va más allá de lo razonable. Pero una cosa está clara, vivimos en una época híper conectada y obsesionada con lo social, en la que hasta el mínimo detalle de nuestras vidas queda registrado para la posteridad y compartido con nuestros amigos. Por eso hemos elaborado una lista, medio en serio y medio en broma, para que puedas comprobar por ti mismo si tu grado de adicción a este nuevo fenómeno alcanza cotas preocupantes.
– Eres incapaz de ingerir un alimento sin antes sacarle un fotografía para mostrarla en Instagram, incluso aunque estés comiendo una pizza congelada en tu cocina.
– Ya no te sale natural escribir una frase que tengan más de 140 caracteres, para ti la concisión se ha convertido en una obsesión y la aplicas en todos los aspectos de tu vida.
– Tienes una docena de amigos reales, pero en Facebook se transforman en varios cientos. Interaccionas más con los virtuales que los reales, a pesar de que los primeros pueden vivir en el otro extremo del globo y los otros a veinte minutos de ti.
– Por tu cumpleaños recibes un puñado de felicitaciones reales, pero en Internet se acuerdan de la fecha hasta personas con las que perdiste el contacto en párvulos.
– Ya no lees periódicos, portales de información o blogs, toda la actualidad que te interesa aparece en tu timeline de Twitter, en el que has incluido cuidadosamente las personas más relevantes de acuerdo a tu estilo de vida.
– Te vas a poner a hacer una tarea en el ordenador, y dos horas después aún no has empezado por culpa de las redes sociales. Análogamente, acabas yéndote a dormir de madrugada porque siempre hay algo que te entretiene.
– Si estás fuera de casa, te sientes incapaz de dejar de actualizar tus redes sociales en el smartphone, hasta el punto de que tus acompañantes te llaman la atención por tu obsesión.
Hasta aquí llega nuestro listado de síntomas preocupantes. ¿Te sientes identificado con varios de los puntos aquí expuestos? Si es así, me temo que tienes un problema relacionado con las redes sociales, y debes empezar a plantearte “desengancharte” de ellas una temporada. Aunque, en cualquier caso, seguro que más de uno ha sonreído con complicidad al leer los indicios que os mostramos, porque alguna de estas cosas nos han pasado a todos en ocasiones puntuales.
