Hace un par de días que han empezado las clases en muchas universidades. Y este año me ha vuelto a tocar enfrentarme al que es el suplicio de los primeros días del estudiante: el lapso de tiempo que pasa entre que llegas al piso y te instalan el Wi-Fi. He de reconocerlo, lo he pasado mal, no solo por el hecho de no poder descargar apuntes ni horarios y no poder organizarme; sino por el hecho de que he desarrollado una dependencia muy importante de internet en muchos aspectos de mi vida.
Estos días que estuve sin internet me vi incapaz de hacer absolutamente nada, me aburría tanto cuando estaba solo –aún por encima no habían llegado todavía mis compañeros de piso– que deseaba que llegara el finde para poder volver a casa y conectar mi ordenador otra vez a la red. Es cierto que cualquiera puede buenamente aguantar un par de días sin conexión, y quien más quien menos todos nos hemos enfrentado a esto. Pero, ¿imagínate cómo sería tu vida si dejaras de estar conectado permanentemente una vez has saboreado la inmensidad de la red?
Tu actividad en las redes sociales dentro de lo que cabe no está ligada necesariamente al Wi-Fi; una tarifa de datos puede perfectamente cumplir esa función. Pero en lo que se refiere al entretenimiento y consumo de contenido somos totalmente esclavos de internet. A la hora de ver series, vídeos en YouTube –que cada vez le gana más espectadores a la televisión–, leer cualquier noticia, escuchar música e incluso jugar a ciertos videojuegos se ha vuelto una misión directamente imposible si no tienes internet. Páginas y aplicaciones de contenido en streaming como Spotify, YouTube o Series.ly son parte de nuestro día a día y cuesta pensar que no podemos contar con ninguna de ellas.
Inútilmente traté de usar el punto de acceso Wi-Fi del móvil para conseguir pasar un poco el rato y hacer cosas para las que necesitaba sí o sí internet, y la conexión cumplió, ¡pero ni tres días me duró el giga que me quedaba de tarifa! He vivido muchos años sin Wi-Fi, pero ahora soy incapaz de imaginar mi vida sin él, hoy en día siempre que tenemos un problema o una necesidad acudimos a internet, nos ha hecho la vida tan fácil que algunos estaríamos muy perdidos sin él.
Un periodista de The Verge llamado Paul Miller se propuso la gesta de estar un año entero desconectado de internet, os dejo un artículo sobre cómo le fue para quien tenga interés en conocer el contrapunto que es una vida desconectada de internet para alguien que lo usaba a todas horas.
¿Serías capaz de vivir sin internet? ¿Crees que seríamos más felices sin él?
Imagen | Josh Zacary
Hola a tod@s,
Soy programador web y aunque parezca extraño no tengo 3G ni 4g vamos, el internet móvil aún no ha llegado a mi vida…
Suelo utilizar aplicaciones tipo Newsify o lectores rss para aprovechar los sitios donde tengo wifi y así cargar todas las noticias de los diferentes blogs que sigo.
La dependencia del wifi o mejor dicho internet es algo irremediable pero veces vale la pena levantar la cabeza de nuestras pantallas y recordad como matábamos el tiempo hace 10 años
Un saludo