6 excusas erróneas que hacen que no te decidas a abrir tu propio negocio

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Camarero

Ahora que la crisis económica nos azota, parece que lo de montar una pequeña empresa por nosotros mismos representa la solución a la falta de trabajo. El año pasado salió una ley para favorecer el emprendimiento que sirvió de poco, pero a muchas personas las circunstancias no les resultan tan importantes. Hay quien quiere sacar adelante su propio proyecto, no para hacerse rico, sino por el placer de levantar una organización por él mismo.

Sin embargo, demasiada gente nunca se decide a dar el primer paso. Vale, es complicado, pero si siempre pensamos en una excusa en vez de en una idea motivadora, lo tendremos más difícil. Hay que meditar detenidamente lo que hacemos, desde luego, pero no dejarnos llevar por el desánimo. Gracias a Lifehack conocemos algunas de las excusas más frecuentes que debemos evitar si no queremos que nuestro proyecto se quede en un cajón para siempre:

– “No tengo tiempo”: nunca lo vas a tener, realmente nadie lo tiene. A no ser que te organices muy bien, establezcas prioridades y te olvides del ocio, no podrás hacer realidad tu sueño. Porque tiempo de sobra casi nunca hay.

– “No sé como montar una empresa”: muchos emprendedores exitosos no sabían. Pero puedes suplir este inconveniente con ganas y formación. No te lances a lo loco, pero ten claro que todo se aprende. O busca un socio con más experiencia en estas lides.

– “No sé si mi idea es lo suficientemente buena”: resulta muy difícil ser consciente de si una idea es buena, y muchas veces las ocurrencias más locas dan lugar a compañías de éxito. Pero, sobre todo, no busques una idea “genial” y “enorme”, sino algo que pueda dar dinero, aunque se trate de algo pequeño y peculiar.

– “No estoy preparado aún”: probablemente no lo estarás nunca, y arrastrarás el proyecto toda la vida. Además, si de verdad no estás listo… ¿mientras buscarás formación y experiencia para estarlo, no?

– “No sé si tendré éxito”: nadie lo sabe cuando abre una empresa. Obviamente existe un riesgo, y tienes que valorar si puedes correrlo, pero nadie va a garantizarte nada, y esa forma de pensar sólo hará que tu sueño caiga en el olvido.

– “Tengo miedo”: es normal, arriesgas tu dinero y tu tiempo. Pero el miedo te ayudará a mantenerte alerta y a esforzarte más. Sólo debes valorar correctamente el riesgo que puedes asumir, y decidirte cuanto antes a abrir tu propia empresa.

Por supuesto, estos consejos no deben hacer que nos olvidemos de que ser un emprendedor requiere estudiar bien nuestra idea, valorar la situación y trabajar muy duro antes de empezar a ver dinero entrando en nuestra caja. Pero, si nos autoconvencemos de que todo va a salir mal, nunca daremos el paso necesario para hacer nuestra vida profesional más feliz y enriquecedora de lo que es ahora.

¿Qué opinas de estas excusas? ¿Alguna vez has usado una de ellas, o eres consciente de que representan una trampa?

Imagen | www.audio-luci-store.it

Archivado en Emprendedores, Empresas, Mundo laboral
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