Tesla pretendía avanzar en el terreno de la conducción autónoma diferenciándose en algunos aspectos de los conocidos coches de Google. Se centraban más en lo que sería un piloto automático, que serviría de ayuda al conductor, más que en un coche totalmente autónomo.
A pesar de esto, que podría parecer más seguro, ha acabado pasando lo que muchos probablemente temían. Un modelo S de la compañía ha sufrido un accidente con el piloto automático, causando la muerte de su conductor.
Un desafortunado giro
Joshua Brown. Así se llamaba el norteamericano que se encontraba dentro del vehículo. Un ex soldado de élite SEAL, que ha sido la primera víctima mortal que han causado estos coches “inteligentes”. Desde la compañía ya se han producido las primeras reacciones además de un comunicado.
En él han calificado de terrible pérdida la muerte del que consideraban “amigo de Tesla”. Joshua Brown se dedicaba a compartir en las redes sociales todo lo que ocurría durante sus pruebas en el vehículo de Tesla, para dar así a conocer sus características.
El accidente, ocurrido el día 7 de mayo, se produjo después de que un tráiler realizara un giro algo brusco. Joshua tenía activado el modo Autopilot, es decir, el piloto automático. Este es distinto a la conducción autónoma y entre sus propiedades se encuentra la capacidad de frenar, acelerar y mantenerse en la vía, algo que en principio, podría parecer más sencillo.
Además, este sistema también es capaz de esquivar obstáculos si estos son detectados. Y digo lo de “si estos son detectados” porque, según la propia compañía, es muy posible que el cielo “demasiado soleado” impidiese que el sistema de reconocimiento detectara el movimiento del camión. El Tesla Model S acabó encajado bajo la estructura del gran vehículo.
Tesla siempre ha recalcado el hecho de que el Autopilot debe servir de ayuda para el conductor del vehículo y en ningún caso debe usarse como modo de conducción autónoma y desentenderse de los mandos del vehículo.
Por último, la compañía también ha asegurado que este es el primer accidente de gravedad producido por uno de sus vehículos. Estos ya han recorrido más de 130 millones de millas durante numerosas pruebas. Sin ningún problema anterior.
Debemos tener en cuenta que estos dispositivos no son perfectos, y tener mucha precaución para poder evitar que se produzcan estas tragedias. Deberán tomarse medidas para intentar regular este tipo de vehículos y poder hacerlos cada vez más seguros.