En la sección de tecnología de Xombit os pretendemos traer un resumen de las principales novedades que este campo nos ofrece continuamente. Puntualmente cada miércoles haremos un repaso a algún tema que haya sido de interés la anterior semana. Y en esta primera entrega he pensado que, con el CES 2012 todavía reciente, sería una buena idea hablar de la estrella de la feria: el Ultrabook, probablemente el producto que más popularidad alcance durante estos 12 meses, con permiso de los tablets, que todavía resultan novedosos y tienen mucho con que sorprendernos.
En primer lugar, debemos tener claro de lo que hablamos. Cuando Intel acuñó el concepto, puso una serie de condiciones para que un portátil se pudiese acoger a esta denominación: grosor inferior a 2 cm, procesador de reducido consumo (sin llegar a la baja potencia de un Atom), encendido rápido, uso de discos SSD, batería de más de 5 horas de duración y acabados metálicos. Todo ello con un precio por debajo de los 1000 dólares, puesto que ya existían en el mercado ultraligeros con prestaciones muy elevadas, pero con un coste prohibitivo. Si nos fijamos en estas especificaciones, resulta obvio que la inspiración para crear este segmento viene del MacBook Air de Apple.
La mayoría de los Ultrabook a la venta fallan en alguno de estos requisitos, como es normal en una primera generación. Pero las ideas que definen a esta clase de ordenadores están grabadas a fuego en la mente de los fabricantes. Lo cierto es que estos productos no representan ninguna revolución: no dejan de ser el mismo portátil de toda la vida, pero con una serie de agradables mejoras, lógicas considerando el avance la tecnología. Los usuarios más beneficiados serán aquellos que viajen de forma habitual con su equipo, que ahora cargarán con mucho menos peso y no estarán tan pendientes del nivel de batería.
Durante el pasado CES 2012 se han presentado ejemplares muy interesantes, que se pondrán a la venta este año: más delgados, más baratos, de 14 y 15 pulgadas (hasta ahora se fabricaban de 11 y 13) e incluso con unidad óptica. En cierto modo, la esencia del formato se está perdiendo, y muchos modelos difícilmente se pueden clasificar en esta categoría. Pero sobrevive la idea de que los consumidores quieren aparatos más ligeros y con una autonomía mayor. En unos años, lo más seguro es que el portátil que conocemos a día de hoy vaya desapareciendo, y el Ultrabook acabe por transformarse en el estándar del sector.
¿Qué te parecen a ti estos ordenadores? ¿Piensas que sus ventajas se adaptarían a tus necesidades, o estás perfectamente satisfecho con los portátiles convencionales, y consideras que los Ultrabook son una vuelta de tuerca innecesaria?