Fallece el pensador Stéphane Hessel, hoy el mundo es un poco más ignorante

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El pensador, escritor, diplomático y resistente franco alemán Stéphane Hessel, autor del popular manifiesto “Indignaos”, falleció hoy a los 95 años. Descanse en paz. Su vida es de película. Nacido en Berlín y refugiado en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, Hessel fue capturado por la Gestapo y pasó por los campos de concentración de Buchenwald y Dora-Mittelbau. Más tarde, participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, la fama le llegó de manos del manifiesto político que, en palabras del autor, “exhorta a los jóvenes a indignarse”.

Fallece el pensador

Stéphane Hessel (Berlín, Alemania, 20 de octubre de 1917–París, Francia, 27 de febrero de 2013) era un diplomático, escritor, y militante político francés. Un pensador. Fue resistente francés durante la Segunda Guerra Mundial, y recluso en el campo de concentración de Buchenwald, donde iba a ser ejecutado. Dos días antes de que se consumara la sentencia, cambió su identidad por la de otro preso fallecido de tifus durante esa noche y pudo regatear a la señora de la guadaña. Su cómplice fue el médico del campo.

Stephane Hessel

Atrapado por el espíritu de Steve McQueen en La gran evasión, escapó y fue capturado, un nuevo intento, un nuevo fracaso. Bajo el nombre de Michel Boitel, pisó media docena de cárceles nazis antes de saltar de un tren durante un traslado y unirse a las tropas estadounidenses que entraron en París. Tras la Segunda Guerra Mundial, Stéphane Hessel participó en la redacción de la “Declaración Universal de Derechos Humanos”. Y hasta hoy, sólo él podía decir, sin que el polígrafo se volviera loco, que fue redactor de ese arrugado documento…

95 años de compromiso y esperanza. Para que luego digan que la juventud es rebelde. Puedes tener 20 primaveras, y que tu único objetivo durante la semana, tu norte, sea comer pintxos de bacalao al pil-pil en San Sebastián los sábados y domingos. La sabiduría y el espíritu crítico no se regalan, hay que salir al tajo todos los días, y rebuscar en los escombros de esta sociedad para almacenar las experiencias y los desengaños, grano a grano.

El señor Hessel escribió un manifiesto de 32 páginas, que debería ser de lectura obligatoria para todos los ciudadanos. Yo lo leí antes de que se pusiera de moda, aunque ahora quede feo decirlo. Indignaos no era un grito de guerra, era un despertador de conciencias. Las cartas rebosantes de indiferencia deben posarse sobre el tapete, boca arriba, y a partir de ahí, coger otras que den paso a una insurrección pacífica. Hessel hizo todo un llamamiento a la resistencia de la población, que inspiró movimientos de protesta en todo el mundo, entre ellos, el de los “Indignados” de España. El 15-M.

Cuando empezamos con la idea de este pequeño libro teníamos a Francia en la cabeza. Ocurrió que en pocas semanas se produjeron varios acontecimientos. La popularidad de Sarkozy se fue hundiendo, lo mismo ocurrió en Italia con Berlusconi, e incluso en España con Zapatero, y en Portugal con Sócrates. Antes de que se produjeran las revueltas del norte de África, la idea de que los gobiernos de varias partes del mundo rozaban comportamientos que provocaban la indignación de la gente era algo que raramente habíamos visto.

Este libro ha transformado totalmente mi vida. Yo era un pequeño diplomático jubilado que llevaba una vida tranquila y ahora no puedo pasearme por París sin que alguien me pare en la calle para darme las gracias. Es maravilloso.

Publicado por una modesta editorial de Montpellier, en el sur de Francia, en octubre del 2010, sin apenas promoción mediática y al precio testimonial de 3 euros, Indignez vous se convirtió en pocos meses en el ensayo político más influyente de su tiempo. Un gran éxito de ventas, con casi un millón de ejemplares en apenas diez semanas. Increíble. El libro traspasó fronteras, ha sido traducido a una treintena de lenguas y se han vendido unos cuatro millones de ejemplares en un centenar de países. Y aún me parecen pocos… ¡Ah! Hessel había renunciado desde el principio a los derechos de autor.

Muere el diplomático

A partir de ese éxito editorial, Hessel se convirtió en un referente de la izquierda, muy crítico con las políticas llevadas a cabo en Occidente. Estaba más que disgustado con la creciente desigualdad entre los ricos y los pobres, la forma en que Francia trataba a los inmigrantes y los ataques contra el medioambiente. Sabiduría, sensibilidad e independencia.

Obviamente, Indignaos no fue su único libro. Y los otros también tuvieron y tendrán buena acogida. ¡Comprometeos! ¡No os rindáis!. La promoción de uno de ellos, À nous de jouer, un “llamamiento a los indignados de este planeta”, le había llevado a Italia, desde donde tuvo que ser repatriado hace unos días por un problema de salud que, desgraciadamente, le ha costado la vida. Ha pasado a mejor vida esta noche a los 95 años, según ha anunciado su esposa, Christiane Hessel-Chabry. Hoy el mundo es un poco más crudo e ignorante.

Para todos aquellos vanidosos que desprecian los consejos de los abuelos y para los que, el respeto a los mayores es un ejercicio de condescendencia, porque se creen mejores y más inteligentes, os dejo gustoso, una invitación. Escuchad a este “viejo”. ¡Aún es posible!

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