Existen numerosos listados en la red que nos hablan de las tipografías que los diseñadores usamos con más frecuencia. No obstante, ¿quién creó estas letras que tanto nos gustan? ¿Porqué tienen tanto éxito? Por eso nuestro listado va un poco más allá y os invitamos a que tras ver las elegidas nos contéis si os parecen o no, buenas elecciones. Hoy empezaremos con la primera y durante 10 semanas os iremos presentando las tipografía más destacadas.
Generalmente, a los diseñadores gráficos se nos considera que le damos muchas vueltas a los diseños. Y en relación a las tipografías he escuchado en más de una ocasión que no saben para qué le hemos dado tantas vueltas si todas son más o menos iguales. Pues bien, aunque se parezcan no son iguales y lo podríamos comparar con un par de hermanos. Ambos tienen el mismo origen y físicamente se parecen bastante. Sin embargo, si nos fijamos en los detalles veremos que son tantos los pequeños elementos que los diferencian que nos sorprende darnos cuenta que lo que los hace iguales son bastante menos detalles. Pues lo mismo pasa con las tipografías, las que pertenecen a una misma familia son similares, pero cada una de ellas nos aporta algo diferente. Veamos ahora una de estas:
Helvética
Seguramente tengáis esta tipografía instalada en vuestro ordenador, pues es una de las tipografías más comunes. No obstante, puede que conozcamos a su prima la tipografía Arial que surgió inspirada precisamente de la Helvética. Pero si os digo que fue creada en la década de los 50, ¿qué os parece?. Su año de creación es 1957 y las manos de las que surgió esta letra de líneas simples y que aún hoy se considera de estilo moderno son las de Max Miedinger y Edouard Hoffmann. La empresa que encarga este proyecto es la fundición de tipografías Haas’sche Schriftgießerei (Haas), para modernizar el tipo sans-serif (sin serif o adornos) que disponían, el Haas Grotesk.
En sus comienzos esta tipografía compartía nombre con su creador Miedinger, pero la compañía debido a unos cambios de dueños y a la ampliación de esta, creando diferentes variantes de la misma, decide rebautizarla con el nombre de Helvética (que en latín significa Suiza).
Aun siendo la más utilizada existen diversos problemas que muchos destacan y por los cuales son numerosas las limitaciones que se ponen a esta tipografía. Una de ellas es su interlineado, el cual no te presenta ningún problema para titulares pero que a la hora de textos largos obliga al diseñador a ajustarlo manualmente. Esto sumado a los problemas de justificación, pues genera muchos ríos, los espacios entre palabras que en un párrafo hacen como líneas de espacio vacío, hacen que muchos reniegen de esta tipografía. Otros simplemente optan por usarla para títulares, señales o logotipos, en definitiva, en casos con poco texto.
Personalmente no es de las tipografías que más uso, realmente no sabría decir por qué es tan utilizada. No obstante, su simpleza la hace muy elegante y aún hoy tiene ese aire moderno que tanto gusta. Bien utilizada dota a nuestros diseños de un carácter profesional y limpio. Por ello podemos ver varios ejemplos de logotipos que usan esta tipografía, como los que os muestro a continuación.
me ha encantado! avisame cuando publiques las nuevas entregas que estoy enganchadisimo!
De nuevo, (porque ya hablamos en twitter) gracias por tu comentario. Ya sabes en una semana, volvemos a hablar de letras. 🙂