Tradicionalmente, en la industria del ocio electrónico había tres mercados clave: el europeo, el estadounidense y el japonés; este último, además, recibía un mimo especial por ser el país de origen de empresas como Sega, Nintendo y Sony. Luego llegó Microsoft al sector, y lógicamente no podía dejar de lado la que era una potente economía mundial y una mercado con una enorme cantidad de posibles clientes. El resultado fue el fracaso más absoluto con la primera Xbox, y muchos esfuerzos con la Xbox 360 que tampoco sirvieron de mucho. La multinacional de Steve Ballmer no puede ni va a dejar de intentar hacerse un hueco, pero tiene claras sus prioridades.
Así que la Xbox One saldrá en Europa y Estados Unidos este año, pero en el país nipón lo hará a principios de 2014. El anuncio fue hecho por Yasuyuki Higuchi, presidente de la división japonesa de Xbox, y se ha tratado como una decisión premeditada. No ha habido comentarios sobre falta de existencias o de que algún servicio no estuviera a punto, ni tampoco parece existir conexión con los cambios en el sistema DRM de la máquina ni la partida de Don Matrick como líder del ecosistema Xbox para irse a Zynga como CEO.
Francamente, saber que esta decisión es premeditada y que no hay ningún motivo muy concreto que la justifique me parece inquietante, pues demuestra que para la compañía de Redmond Japón ya no representa una prioridad: saben que no van a conseguir ventas a la altura de los otros mercados, y por lo tanto prefieren aplazar el lanzamiento porque, sencillamente, a los nipones les da igual que la consola salga las próximas Navidades o en el 2014. En cualquier caso, deseamos suerte a Microsoft en el país del sol naciente, aunque parece que la va a necesitar también en otras zonas del globo.
¿Qué opinas de esta decisión? ¿La ves razonable, o crees que Japón debería ser siempre una prioridad en el sector de los videojuegos?