Por qué todas las startups de fotos en la nube acaban muertas o vendidas

A lo largo de los últimos años hemos visto un boom en el sector de los servicios en la nube. Esto es algo más que evidente y no hay manera alguna de negarlo. Obviamente, una de las necesidades que se viene a cubrir es la de las fotografías e imágenes. Tener una biblioteca de imágenes en la nube, sincronizada y organizada en todos nuestros dispositivos es el sueño húmedo de muchos.

Podemos pensar que las grandes empresas ya nos ofrecen algo parecido, tenemos a Dropbox, a Facebook, a Flickr, a Google, a Apple o a Microsoft, pero ninguno hace bien su trabajo. En Apple no saben ni ellos cómo se utiliza su servicio, en Google todo parece demasiado ligado a Google+, Facebook nos fuerza a compartir las imágenes, Flickr no lo pone nada fácil para no profesionales y Dropbox parece ser que su único propósito es llenarnos nuestra cuenta con imágenes para que paguemos más.

Everprix, Picturlife, Loom, Stream Nation, SmugMug…, en los últimos años han salido servicios hasta de debajo de las piedras. Cada uno con sus más y sus menos, algunos ganan en características, otros ganan en precios, pero al final, todos buscan ordenar y sincronizar nuestras fotografías lo mejor posible. Y más tarde, cierran el servicio o lo venden a otra gran empresa.

¿Dónde esta el problema?, en los servidores, todo se centra en los servidores. Este tipo de empresas surgen de un día para otro y en poco tiempo consiguen miles y hasta millones de usuarios. Obviamente, estos usuarios suben miles de fotografías cada uno, lo que puede llegar a ser millones de fotografías nuevas que almacenar para el servicio.

Como toda pequeña startup, desde el inicio tienen contratados unos cuantos servidores de alguna gran empresa –Amazon suele ofrecerlos siempre–, sin embargo, llega un momento en el que se colapsan y hay que contratar más, y más y más.

Todo esto traducido en dinero son millones de dólares gastados que no consiguen recuperar de las suscripciones de los clientes, ya que suelen ser suscripciones gratuitas o sumas demasiado bajas para hacer frente a la competencia. O cierras el servicio o lo vendes a una gran empresa que tiene servidores suficientes y necesita un buen sistema de almacenamiento de fotografías.

De cara al usuario las consecuencias son un tanto peculiares. Por un lado tenemos una amplia oferta de servicios y la competencia entre ellos nos favorece en precios y funciones. Pero por otro lado, nos arriesgamos a que de la noche a la mañana desaparezca el servicio, y con suerte nos permita descargarnos una copia de seguridad de nuestras fotografías.

Quizás la solución no se encuentre en crear más servicios, quizás se encuentre en mejorar los que ya existen y tienen la capacidad suficiente de sobrevivir. Servicios como el de Apple, el de Microsoft o el de Google son realmente buenos, tan solo les falta no limitar y atar tanto a su ecosistema a los usuarios. Veremos en los próximos meses, pero una cosa está clara, tenemos la infraestructura necesaria como para dejar atrás los discos duros y confiar en la nube.

¿Mi recomendación?, usa el servicio que mejor se adapte a tus dispositivos, en funciones, precio y características son muy similares todos, en adaptarse a tus dispositivos no. Mientras, el mercado de los servicios de almacenamiento de imágenes en la nube sigue abierto, la oportunidad sigue ahí, el usuario sigue buscando un buen servicio, pero por ahora nadie lo ofrece.