Un equipo de científicos de la Georgia Tech School of Electrical and Computer Engineerin ha descubierto una manera de aprovechar la energía transmitida por fuentes como transmisores de radio y televisión, redes de telefonía móvil y sistemas de comunicaciones por satélite. Mediante la detección y captura de las ondas electromagnéticas que emiten estos y otros dispositivos de uso cotidiano pronto podremos alimentar sensores inalámbricos, microprocesadores y chips sin necesidad de usar pilas o cargadores.
Para “recolectar” este tipo de energía los responsables del proyecto utilizan papel altamente biodegradable, polímeros flexibles y antenas de banda ancha que permiten explorar una gran variedad de señales en diferentes rangos de frecuencia. Los sensores inalámbricos que están desarrollando capturan las ondas electromagnéticas, las convierten en corriente continua y finalmente las almacenan en condensadores y baterías.
Los primeros resultados
Aunque la potencia generada por la energía que hasta ahora han conseguido almacenar no puede hacer funcionar ciertos electrodomésticos, los investigadores ya han puesto en marcha un sensor de temperatura con las ondas capturadas de una estación de televisión que se encontraba a quinientos metros de distancia. Asimismo, con el electromagnetismo que irradia un televisor sería posible alimentar el mando a distancia del aparato.
Hasta ahora, los experimentos realizados utilizando las bandas de TV han permitido atrapar cientos de microvatios, y se espera que los sistemas multi-banda puedan generar más de un milivatio. Esa potencia sería suficiente para recargar múltiples aparatos electrónicos de pequeño tamaño, incluyendo distintos tipos de sensores y microprocesadores.
Aplicaciones inmediatas
Los investigadores creen que esta tecnología de recarga automática pronto se podrá adquirir a muy bajo coste. Sus aplicaciones prácticas serán múltiples:
– En los aeropuertos: la gran cantidad de energía ambiental procedente de los radares y los sistemas de comunicación permitirán instalar múltiples sensores inalámbricos capaces de detectar amenazas potenciales, tales como explosivos o material de contrabando nuclear.
– En nuestros hogares: los sensores de papel podrán realizar un seguimiento de las condiciones de temperatura y humedad de las viviendas.
– Para la supervisión de la integridad estructural de edificios, puentes o aviones: los detectores podrían ser colocados a lo largo de los distintos tipos de estructuras para controlar las presiones y fuerzas a que están sometidos, evitando así graves accidentes.
– Para el control de calidad de alimentos perecederos: en este caso, los nuevos ingenios permitirían alertar de la existencia de sustancias químicas nocivas o cualquier indicio de descomposición, garantizando en todo momento la salubridad de los productos que consumimos…
… y en el ámbito de la medicina, con esta tecnología inalámbrica y autosuficiente también podrán desarrollarse dispositivos autónomos de observación y seguimiento del estado de salud de los pacientes afectados por distintas dolencias.
Enlace| Georgia Tech
Información Bitacoras.com…
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Esto me recuerda mucho al proyecto de Nicola Tesla de distribuir mediante ondas electromagnéticas electridad a todo el mundo… en aquel caso sus patrocinadores le dijeron NO cuanto se enteraron de que pretendía regalar la electricidad.