En los últimos tiempos la compañía coreana está empezando a destacar de forma muy notable sobre el resto de los fabricantes del ecosistema Android y, con la presentación de esta nueva propuesta, demuestra que está dispuesta a tomar el liderazgo con un producto de gama alta innovador y atrevido. Que tiene posibilidades de ser un fracaso por sus peculiares características, pero que si es bien aceptado por los consumidores pondrá a Samsung en el papel de pionera.
Hablamos del Samsung Galaxy Note, un “smartphone” con Android, que hace gala de unas especificaciones avanzadas (procesador de dos núcleos a 1,4 gigaherzios, 1 GB de RAM, cámara de 8 megapíxeles y una posible inclusión de NFC). Pero donde llama la atención es en la pantalla: de tipo capacitivo, mide 5,3 pulgadas de diagonal y ostenta una resolución de 1280×800. Nos encontramos ante más que un teléfono móvil, ya que este enorme tamaño hace que lo podamos considerar un nuevo tipo de dispositivo cercano a los tablets. Además, el panel ofrece una elevada densidad de píxeles por pulgada, siguiendo la tendencia que Apple marcó con su iPhone 4.
El otro aspecto en el que Samsung innova es en añadir al conjunto un lápiz para controlar la pantalla, que en apariencia está destinado a tomar notas, de forma similar a lo que ocurría con el HTC Flyer. Una idea que parece confirmar la apuesta por la productividad en movilidad, ya que resultaría difícil que un consumidor medio cargase con un aparato de estas dimensiones para un uso personal. Pero en el entorno profesional sí que tienen sentido estas características, puesto que el Galaxy Note es suficientemente pequeño como para caber en un bolsillo, al tiempo que su gigantesco panel resulta perfecto para trabajar de forma intensiva en él. Lo cierto es que el sistema operativo del robot verde nunca se ha orientado al segmento corporativo, pero quizá estemos ante un primer paso para cambiar la situación.
En resumen, con esta presentación y la del Samsung Galaxy Tab 7.7 los coreanos se desmarcan como uno de los socios clave de Google y, lo que es más importante, con capacidad para proponer nuevos conceptos y sacarlos adelante. Respecto al dispositivo en sí, hasta que lo tengamos en nuestras manos y comprobemos si la comodidad de la amplia pantalla compensa su elevado volumen no podremos emitir un juicio válido, pero da la impresión de que no estamos ante un producto para todos los públicos.