Los tiempos de crisis son tiempos de cambios y la crisis que estamos viviendo acabará con muchos de los hábitos y situaciones que veíamos como algo natural hace unos años para dar lugar a una realidad distinta. Uno de los campos en los que la crisis ha precipitado el cambio es el mundo de la publicidad.
En los últimos años de bonanza (2006 y 2007) se iba notando poco a poco cómo los periódicos iban adelgazando producto de una cada vez menor publicidad, influyendo dicha realidad en el despido de periodistas y la reducción de contenidos en el formato clásico de noticias.
La crisis mundial ha servido como catalizador de este proceso y, en los 3 últimos años los editores de prensa clásica han entrado en un ciclo de pérdidas económicas apoyada en la sangría continua de lectores y, por consecuencia, de apoyos publicitarios.
Después de un ligero alivio en 2010 (en el que las ventas de ejemplares y la publicidad cayeron menos que en los años precedentes), las previsiones del sector apuntan a un nuevo descenso de los ingresos publicitarios para 2011 de un 9% mientras que nada parece indicar que se avecine una recuperación en la venta de ejemplares.
Los pesos pesados de la prensa española confían en su capacidad para rentabilizar sus marcas a través de las nuevas plataformas online y mantener el tipo a través de la comercialización mixta de ambos formatos, tendencia que marcará el devenir del mercado en los próximos años.
Lo que parece claro es que la publicidad ha abandonado los medios clásicos y sólo el cine, que ha aumentado un 11,5% en el último año, e internet, que ha crecido un 8,5%, han conseguido sobreponerse a la crisis.
La televisión (el formato con mayor inversión publicitaria) también se ha visto aquejada por la reducción en las inversiones y salvo el Grupo Planeta (propietario de Antena 3), el resto de empresas han visto mermadas sus inversiones.
Un nuevo futuro se abre en la forma en que consumimos contenidos y, aunque nos pese, la publicidad es un contenido más que ocupa buena parte de nuestra atención y nuestro tiempo.
¿Estamos ante el fin de los formatos clásicos de publicidad? ¿Entraremos de nuevo en una era de banners y span descontrolado similar al del final de los años 90? ¿Tendremos que aguantar anuncios similares a los de la televisión al acceder a cualquier contenido audiovisual en internet?
