Casi cualquier actividad económica se resiente en una época de crisis como la actual, y las empresas deben reaccionar si quieren sobrevivir. No tenemos constancia de que a Amazon le vaya especialmente mal: estos “grandes almacenes electrónicos” son la referencia del sector en Internet. Además, el miedo a realizar transacciones a distancia poco a poco va desapareciendo, por lo que su negocio parece sólido. En cualquier caso, da la impresión de que no se conforman con lo que han conseguido, y pretenden dejarnos muy claro que el precio es su principal ventaja, para así lograr que dejemos de adquirir productos en tiendas físicas y se los compremos a ellos.
Con ese objetivo han lanzado la aplicación Price Check (la conocemos vía El País), que tiene un funcionamiento muy peculiar: cuanto estemos en una superficie comercial, sólo tenemos que escanear el código de barras del producto que nos interesa. Se nos mostrará el precio de venta de Amazon, que debería ser inferior al de la tienda física y que, por lo tanto, nos tendría que animar a comprarlo por Internet. Este sistema ha levantado muchas críticas en Estados Unidos (inicialmente la aplicación sólo está disponible allí), sobre todo porque el portal ofrece un 5% de descuento (con un tope de 5 dólares) en un máximo de tres artículos adquiridos a raíz de la comparación de precios.
Y es que Amazon, al parecer, está exenta de pagar determinados impuestos en Estados Unidos. Por ello tiene margen para ofrecer mejores ofertas, lo que muchos comerciantes califican abiertamente como “competencia desleal”. En cualquier caso, es inevitable que cada vez más de nuestras adquisiciones se realicen a través de Internet, aunque lo justo sería que las empresas con presencia física pudieran competir en igualdad de condiciones. ¿Qué opinión te merece a ti el auge del comercio electrónico? ¿Has hecho muchas de tus compras navideñas en la red, o prefieres la confianza de tu tienda de toda la vida?
