¿No es verdaderamente molesto quedarse incomunicado a mitad del día sólo porque hemos estado jugando un rato demasiado largo al Angry Birds? Nuestros gadgets actuales ofrecen prestaciones espectaculares en casi todos los aspectos: procesadores rapidísimos, ingentes cantidades tanto de memoria como de almacenamiento, pantallas de elevada calidad… Y día tras día las especificaciones van mejorando, para alegría de todos los geeks del mundo. Ofrecer un buen rendimiento implica un consumo energético elevado, y la consecuencia es que hemos de tener siempre a mano un cargador si no queremos que nuestro portátil, smartphone o tableta deje de funcionar. Ya que, por desgracia, el desarrollo de las baterías no avanza a la misma velocidad que el del resto de componentes.
Por eso hemos de alegrarnos al leer la noticia de La Vanguardia de que Colin Wessell, investigador de la Universidad de Stanford, está trabajando en un concepto que permitiría que las baterías multiplicasen por cien el número de ciclos de carga y descarga que pueden soportar, llevando su vida útil hasta la impresionante cifra de treinta años. Sería gracias al uso de nanopartículas de cobre, aunque por ahora no se ha construido un prototipo, sólo se han realizado unos prometedores tests de laboratorio. Es importante señalar que este avance no significaría, en principio, un aumento del coste de producción de este componente.
Por desgracia, el problema principal al que se enfrentan los usuarios, la escasa duración de cada carga, no se resolverá con esta investigación. Aun así, el avance sería bienvenido, si es que llega al mercado, porque muchos proyectos de este tipo nunca ven la luz, o se desarrollan a un ritmo demasiado lento para los impacientes consumidores. Considerando lo frecuente que está siendo en los últimos tiempos integrar en los gadgets baterías no reemplazables por el usuario y el impacto ambiental que esto supone, desde Xombit esperamos ansiosos que esta idea salga adelante.