9 millones de euros por la perla más famosa de la historia

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Pocas joyas han viajado tanto y tienen tanta historia como la perla Peregrina. Encontrada hace 500 años en Panamá, esta joya ha recorrido el mundo deslumbrando por su belleza y alcanzando cotizaciones cada vez más elevadas.

Hace poco más de una semana la casa Christie’s sacó a subasta una joya cargada de historia: la perla “Peregrina. La pieza fue vendida por 9 millones de euros (partía de un precio de salida en torno a los 2 millones de euros), lo que parece una auténtica obscenidad en tiempos de crisis, pero esta perla es algo más que una joya…

Fue descubierta por un esclavo en el Archipiélago de las Perlas (Panamá) hace casi 500 años y su forma y tamaño inusual la convirtieron en poco tiempo en una joya de leyenda.

Hallada en 1515 fue ofrecida a Felipe II (rey de España) en 1580. El monarca se la regaló a su esposa (María de Tudor) y colocada en un broche junto con el diamante El estanque fue lucida por las sucesivas reinas que ocuparon el trono español y aparece en varios retratos realizados por Velázquez.

perla peregrina

La perla permaneció en España hasta 1808, cuando José Bonaparte ordenó que le entregasen las joyas de los Borbones españoles. La perla fue enviada por Bonaparte a su esposa Julia Clary, que residía en París, pero años después de perder el trono español el matrimonio se separó y Bonaparte marchó a Estados Unidos, con una amante y con la perla. Cuando José Bonaparte regresó a Europa, se trajo la perla consigo y se cree que dispuso en su testamento la entrega de la perla al futuro Napoleón III quien, acuciado por las deudas, la vendió hacia 1848. El comprador de la joya fue el marqués de Abercorn, cuya esposa la lució en París, en un baile en el Palacio de las Tullerías.

No terminan aquí los viajes de la Peregrina pues todavía le quedaba un desplazamiento a Estados Unidos: la Peregrina pasó por dos coleccionistas más entre 1914 y 1969, y fue subastada el día 23 de enero de 1969 en Nueva York. La mayor parte de los que pujaron se detuvieron en los 15.000 dólares. El actor Richard Burton la adquirió por la cantidad de 37.000 dólares y la regaló a su amada Elizabeth Taylor.

Y ahora, 40 años después la perla vuelve a cambiar de manos y viajar.

Sólo una curiosidad: el apodo de Peregrina no viene de los innumerables viajes de la joya, sino del adjetivo “peregrino” que en tiempos pasados significaba “raro, caprichoso, especial”… y nadie duda que estamos ante una joya especial.

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