Desde su publicación en 1986, y debido al éxito que enseguida obtuvo, el proyecto de realizar una segunda parte de Watchmen se ha comentado en varias ocasiones. Ha sido el propio Alan Moore quien lo ha frenado en todas ellas, puesto que, para él, la concepción de la obra ya era suficientemente redonda, y su carácter coral imposibilitaba el centrar la narración en una única figura, por carismática que ésta resultara a priori.
Sus deseos se han respetado siempre… hasta ahora. Según leemos en Zona Fandom, parece ser que la popularidad de la película de Zack Snyder ha propiciado que DC vea con buenos ojos dar luz verde de una vez por todas a esa segunda parte de la historia. Probablemente se desarrolle en forma de precuela, en varias partes, y el dibujante original, Dave Gibbons, esté implicado directamente, así como otros nombres de tanta relevancia en el panorama actual del cómic como Andy Kubert, Straczynski, John Higgins o J.G. Jones. Darwyn Cooke actuaría como director de orquesta del conjunto de la miniserie.
Las dos imágenes que os mostramos, del Búho Nocturno y el Comediante (realizadas por Kubert y Jones respectivamente), demuestran que el proyecto ha comenzado a andar, al menos en teoría y a un nivel todavía embrionario. No sabemos mucho más de lo comentado, puesto que DC incluso ha demandado a las páginas web en las que se han filtrado estos primeros bocetos.
¿Y qué opina el señor Moore de todo esto? Pues lo que era previsible: no le hace ninguna gracia. El propio Dave Gibbons fue quien se puso en contacto con él para preguntarle si quería sumarse al proyecto, pero Moore declinó la oferta alegando que el “respeto” que tiene hacia la obra le impide colaborar en esta “prostitución” de la misma. Recrimina el hecho de que DC necesite rescatar a personajes que triunfaron hace veinticinco años, en lugar de esforzarse por encontrar títulos de éxito nuevos y originales, y de que haya autores que deseen conseguir que su nombre se relacione con Watchmen a toda costa, aunque sea para decir ‘ésta es la gente que lo mató*.
Son sólo algunas de las duras palabras que ha dedicado a esta idea el polémico creador, genio y figura desde siempre, que ya decidió deslindarse tras la adaptación de La liga de los hombres extraordinarios de toda revisión o remake de sus obras.
