En los últimos días se ha lanzado al mercado una serie de tarjetas SD y micro SD con protección garantizada anticopia. Lo hace Transcend. Es el 4º fabricante mundial de memorias de almacenamiento flash y 5º de tarjetas SD y microSD (según Gartner, una prestigiosa consultora en nuevas tecnologías, en informe de marzo de 2011) y que tiene, cómo no, su sede en Taiwan.
El sistema se fundamenta en precargar con la información deseada las tarjetas en fábrica, es decir, como si de un CD se tratase asegurando así el blindaje de los datos y la imposibilidad de copiarlos, modificarlos, falsearlos, manipularlos ni poder hacer absolutamente nada con ellos que no sea sólo visualizarlos. Aseguran desde la marca que tampoco podrán ser reformateadas las unidades. Así mismo desde Transcend valoran como muy positivo para la seguridad de nuestros equipos, el hecho de que al no poder ser manipuladas tampoco podrán transmitir ningún tipo de infección o virus a nuestros ordenadores o gadgets, con los que aseguran serán compatibles en su mayoría.
Puede que a los usuarios nos parezca que una tarjeta así no nos es útil, pero para las empresas, o para personas que deseen distribuir su trabajo sin que éste se vea amenazado, ni sea vulnerable puede que sí sea una solución. Sin ir más lejos, aún recordamos como los presupuestos generales del Estado que presentaba el gobierno llegaban al congreso para su debate en furgonetas y eran acarreados por ujieres en carretillas llenas de archivadores voluminosos y cómo fue todo un avance el que se presentaran y entregaran en una memoria flash. Para cuestiones de esta relevancia y para otras de menor importancia estatal, pero de tanta o más para sus creadores, a buen seguro que la protección de estas tarjetas será de vital importancia.
Dirigido a aquellos que no quieran hacer el desembolso sin una utilidad añadida a estas tarjetas, la firma pone a su disposición la posibilidad de personalizar diferentes áreas de la unidad, liberando determinadas particiones, a petición del cliente, para que estas puedan ser utilizadas para escribir, almacenar o disponer de ellas a su antojo. No obstante con ello el principio de no vulnerabilidad de nuestros equipos quedaría comprometido.
Ahora bien, se me plantean dos dudas importantes con respecto a este dispositivo:
¡Ojalá me equivoque! pero dada la velocidad a la que los ”amigos de lo ajeno”, trabajan e investigan, no tengo nada claro que esta sea una solución duradera en el tiempo. Existe toda una industria paralela y un montón de mentes independientes, deseando tener entre sus manos un sistema protegido de algún modo para saltarse el blindaje y poder presumir, en la mayoría de los casos no se trata más que de eso, de haber sido ellos los que poseen el dudoso honor de haber violado una protección o una propiedad. Así que no creo que tarden en surgir resquicios por los que colarse en la zona blindada.
Y por otro lado, ¿sobre estos dispositivos también tendremos que pagar el “canon digital” o compensación por copia privada?. Partimos de la base que son unidades de memoria diseñadas y preparadas de forma específica para que esto no pueda suceder, o en el caso de aquellas que tienen una partición, ¿acaso vamos a pagar la parte proporcional del canon que corresponda a la partición libre para nuestro uso y disfrute?
Sin duda es un gran avance pero ¿Por cuánto tiempo? ¿creéis que será útil y rentable? ¿Tendrá salida en el mercado?. Como reza un refrán: El tiempo es el único que da y quita razones, así que tendremos que esperar para ver como cala este producto entre los consumidores, pero mientras tanto tú puedes contarnos tus opiniones y tus previsiones. Xombit lo hacemos entre todos.
