Hoy en día olvídate de encontrar las grandes joyas audiovisuales en las salas de cine. A no ser, que sea una premiere. Ya no estamos en los años dorados de Hollywood, los grandes estudios no monopolizan el mercado del talento. La realidad ha cambiado. Y la chispa de la excelencia ha desembarcado en la televisión. La cadenas estadounidenses AMC y HBO tatúan en la piel de sus productos un sello de calidad, que es garantía suficiente. Es el caso de estas dos series: Destilación AMC, Mad Men y Breaking Bad. Probablemente, dos de las más sobresalientes de todos los tiempos. Es de suponer, que si tú y yo, tuviéramos que decidir cuál es la mejor, acabaríamos en un bosque perdido, pistola en mano. Un duelo de honor al amanecer. Son cosas serias. Yo, si tuviera que vender una de mis rencarnaciones al diablo, pediría que Mad Men no terminara nunca… Pero hay que tener cuidado con los deseos. A veces se cumplen. ¡No quiero que Mad Men se convierta en “Cuéntame”! Todo tiene un principio y un final. Es así. Es lo mejor.
Como son dos series incomparables, me atrevo a compararlas. Veamos 5 parecidos y 5 diferencias entre ellas.
Un protagonista carismático. Un genio elogiado
Walter White (Bryan Cranston), es un profesor de química de 50 años, al que diagnostican un cáncer. Tiene un hijo discapacitado y su mujer está embarazada. Su única salida es un tratamiento carísimo. Y hay algo más. Pajaritos que no dejan de piar en su cabeza. Su familia es su oxígeno pero también el aire que lo ahoga. Si no supera el cáncer, necesitará dinero para que sobrevivan sin él. Dinero, dinero, dinero… ¿Qué hacer? ¿Cómo conseguir tanta pasta? Es químico… Hay un nuevo cocinero en la ciudad. La mejor metanfetamina a este lado del Misisipi. La más pura. Walt pronto se convierte en una leyenda callejera. Bueno, quizás no con este nombre. ¡Pero es él!
Don Draper (John Hamm) es un genio de la publicidad. Un hombre al que sus compañeros seguirían con los ojos cerrados si decidiera viajar al centro de la tierra. Por no hablar de las mujeres…
Aparecen en pantalla y no cambias de canal. Tienen algo. Una personalidad cautivadora. No es identificación, es interés. Necesitas saber qué les ocurre a esos dos tipos.
Los dos tienen claros sus objetivos, pero mientras uno se empeña en codearse con la alta sociedad americana, el otro, toma el camino contrario y no duda en descender a los bajos fondos. ¿Dónde está el infierno?
Unos guiones excepcionales
Partimos de una idea brillante en ambos casos. Y a partir de eso, desarrollan personajes complejos y tramas sugestivas. Cada capítulo es una lección de guion. Mad Men focaliza su exquisitez en los diálogos, el simbolismo y las miradas… Breaking Bad es ante todo, originalidad. Sorpresa.
La gran diferencia en este apartado es el ritmo. En la serie protagonizada por Walt, hay escenas de gran tensión. Hay explosiones. En Madison Avenue, todo es más pausado. Aparentemente. Hay estallidos internos.
Las mentiras
De vez en cuando dicen la verdad, para que les crean cuando mienten… Don y Walt engañan a sus respectivas mujeres una y otra vez. ¡Y no son los únicos! Sus compañeros de reparto embaucan, falsean la realidad… ¡Todo el mundo miente! Que diría House. ¿Será verdad? Mad Men es un castillo de naipes y cada carta está manchada por una lágrima falsa. Walt vivía en una casa de ladrillo, como el tercer cerdito. Pero está empeñado en cambiarla por una de paja…
La diferencia es que mientras la mayoría de las mentiras que se dicen en Mad Men se apoyan sobre todo, en un pecado capital, el egoísmo, en Breaking Bad las mentiras provienen de un amor mal entendido. O de un amor excesivo e ilegal, a los suyos.
Cuidada ambientación y fotografía
Es el punto fuerte de Mad Men. Una ambientación primorosa. Todas las temporadas se desarrollan casi al completo en Nueva York, en aquellos años en los que Marilyn Monroe cantaba el “Happy birthday, Mr. President” a JFK. Breaking Bad es actual, ambientada en Albuquerque, Nuevo México. Obviamente, en este apartado no está a la altura de Mad Men, pero no por deméritos propios. Me encantan esos cactus, ese desierto, ese aire Bukowskiano de los suburbios… ¿Saldrán el Coyote y el Correcaminos en algún capítulo?
Los excesos
Don Draper fuma y bebe constantemente. El sexo no tiene secretos para él. El humo de los cigarrillos es un personaje más de la serie. En Breaking Bad se drogan. ¿Te extraña? La metanfetamina hace estragos. Incluso el patetismo es excesivo. Un humor negro heredero de los Hermanos Coen, que te hará soltar carcajadas en el momento menos previsto. Y menos adecuado.
¿Te decantas por alguna de las dos series?
Pues yo estoy viendo las dos (por el principio ambas) y tengo que decir que si bien Breaking Bad me gusta bastante, Mad Men se lleva el premio… Una manufactura… genial, increíble, además de una muy buena historia.
Yo soy de los que se han quedado sin uñas esperando la nueva temporada de Mad Men, Luis. Ufff… Y todavía tenemos que aguantar un poco más para verla en España. Confiemos en que tanta paciencia tenga su recompensa y los nuevos capítulos estén a la altura.
Lo está, Gorka, y mucho 😉
Vaya… ¡Gracias por crear más expectación! Jejeje