Los smartphones siguen aumentado de tamaño, ¿hasta cuándo?

Ya había hablado del preocupante aumento del tamaño de los smartphones hace algunos meses, cuando las pantallas de 4,3 pulgadas eran un estándar, las de 4,5 empezaban a despuntar y Dell era la única que se había decidido a saltar a las 5 con su Streak. Me preguntaba entonces si sería adecuado que existiesen terminales de características punteras, pero con unas dimensiones contenidas, al estilo del iPhone de Apple. Obviamente, las compañías de móviles no deben ver mercado para aparatos de este tipo, porque la tendencia sigue siendo muy clara: cuanto más grande, mejor.

Sólo tenemos que mirar al buque insignia de Android: el Galaxy Nexus se atreve con un imponente panel de 4,65 pulgadas y, a pesar de no llevar botones en la parte frontal, los bordes alrededor de la pantalla no son especialmente reducidos, por lo que el terminal resulta enorme. Con la reciente llegada de modelos con procesadores de cuatro núcleos parece que estas diagonales se harán comunes en la gama alta, puesto que tanto el X4 HD de LG como el One X de HTC se van a las 4,7 pulgadas. Por su parte, el LG Optimus Vu con 5 y el Samsung Galaxy Note con 5,3 demuestran que hay un público interesado en llevar en su bolsillo un dispositivo más cercano a una tableta que a un teléfono móvil. No cabe duda de que, cuando empresas tan importantes como las anteriores coinciden en su apuesta, toda la industria va a seguir sus pasos en breve.

Comprendo que hay personas que, por motivos concretos, deben intentar suplir un ordenador portátil con un smartphone, y por ello se decantan por dimensiones extremas. Pero, desde mi punto de vista, tamaños superiores a las 4 pulgadas (siendo generoso, 4,3) no son adecuados para el gran público. Para quien lleve una bandolera o un bolso un Galaxy Note no se hace grande, pero en un bolsillo tanto este terminal como el Galaxy Nexus son realmente excesivos. Por no hablar del tema de la usabilidad: más allá de las 4 pulgadas, se vuelve complicado manejar un móvil con una sola mano, algo que en muchas ocasiones resulta muy práctico en el día a día. Aunque aprecio las mejoras en aspectos multimedia que estos grandes paneles ofrecen, creo que no es lógico que se sacrifique por su culpa la portabilidad, que es la mayor ventaja de un dispositivo de este tipo.

En mi opinión, hemos entrado en una dinámica en la que los fabricantes ofrecen cada vez más, y los usuarios entusiastas aplauden la jugada. Pero pienso (y deseo) que el sentido común acabará por imperar, y no veremos modelos de dimensiones mayores en los próximos meses. Ya en el pasado me equivoqué, y quizá deba volver a escribir otro artículo cuando las cinco pulgadas se transformen en algo común, pero creo que hay muchos compradores (tanto geeks como del público general) que no consideran que un móvil tope de gama tenga que hacer gala necesariamente de un volumen elevado.

¿Qué opinas tú del tema? ¿Crees que la tendencia de aumentar el tamaño de las pantallas de los móviles va a continuar en el futuro, o piensas que no es necesario que nuestros smartphones sigan creciendo todavía más?