Los Vengadores es la culminación de un plan de Marvel, editorial madre de los personajes, para hacer lo que lleva haciendo desde los años 60 en sus cómics: crear un universo compartido en el que los superhéroes se interrelacionan y se enfrentan a grandes peligros que no podrían vencer por sí solos. Hace siete años el CEO de Marvel Avi Arad nos puso la miel en los labios a todos los fans anunciando que planeaban una película sobre Los Vengadores. En 2003 se estrenó el Hulk de Ang Lee, en 2008 se estrenaron Iron Man y El increíble Hulk, en 2010 Iron Man 2, y en 2011 aparecieron El Capitán América y Thor. Ahora todos se unen contra un enemigo común, y se les unen dos personajes más: La Viuda Negra y Ojo de Halcón. Y si os lo estáis preguntando, la respuesta es no. No hace falta haber visto estas películas para disfrutar de la nueva.
Argumento
La película comienza mostrándonos como Loki (Tom Hiddleston) busca aliados para una invasión a la Tierra. Aparece este Dios asgardiano en una base de SHIELD y roba una nueva forma de energía (el teseracto, más conocido por los fans como el cubo cósmico), además de poseer a varias personas, entre ellas a Ojo de Halcón. Ante la amenaza, Nick Furia (Samuel L. Jackson) decide reactivar La Iniciativa Vengadores, incluso contraviniendo las órdenes de sus jefes (sospechosamente en las sombras).
Así que reúnen a Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.), Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo), Natasha Romanoff/Viuda Negra (Scarlett Johansson), y Steve Rogers/Capitán América (Chris Evans) a los que se les unirá el hermanastro de Loki, Thor (Chris Hemsworth).
¿Qué nos vamos a encontrar?
Los que hayan visto las películas de Iron Man, sobre todo, ya sabrán por dónde van los tiros: cine de acción, con un guión y unos personajes bien trabajados y con muchas notas de humor (casi siempre protagonizadas por un chulesco Stark). Son dos horas y media de entretenido cine comercial de calidad. A pesar del algo alargado prólogo y de algunas escenas de diálogo, el ritmo no decae durante todo el metraje.
Y es que aquí se nota la mano del guión y de la dirección. El guión, más que correcto, está firmado por Zak Penn (guionista de El Increíble hulk, X-Men 2 y 3 entre otras y creador de la muy recomendable serie Alphas (de la que posiblemente hablaremos en otra ocasión). En la escritura le acompaña el director, Joss Whedon, otro friki a quien debemos los guiones de series como Buffy cazavampiros, Firefly (de la que también tendremos que hablar), Dollhouse y de películas como Toy Story, Titan A.E. y Serenity (secuela de Firefly). Como vemos, dos grandes conocedores del mundo fandom. Una seña de identidad de Whedon son los diálogos: fluidos y dotados de un ritmo que hace que, por largo y acelerado que sea, siempre estés alerta porque Whedon siempre cuida mucho todas las palabras que dicen sus personajes. Y es que son sus personajes, Whedon se ha hecho con ellos y domina a Iron Man y sus colegas superpoderosos (como algunos quieren titular esta película, por cierto).
Aunque los personajes tienen una trayectoria cinematográfica (y una mucho más larga en el cómic), el director los ha pulido hasta dejarlos en lo más esencial de cada uno: el sarcasmo inteligente de Tony, que vimos en sus dos películas; la anacrónica nobleza del Capitán, el porte regio y shakespiriano de Thor… incluso la Viuda Negra, un personaje que pensaba que sobraba en el reparto superheroico, gana muchos enteros y es mucho más creíble, con sus dos pistolitas, que otros más poderosos. Son los personajes (y no los héroes) los que nos regalan grandes momentos: la discusión entre todos, como seña de sus debilidades humanas; la última llamada de teléfono de Stark…
Y es que, si tengo que sacarle alguna pega a la película, los problemas que tiene son dos: el número de personajes y el humor. Obviamente todos sabíamos, incluido el director, que iba a ser difícil contar una historia con seis protagonistas y varios secundarios, pero había que intentarlo y, si no quería ser linchado por los fans, debía lograrlo. Y lo ha conseguido. Todos los personajes tienen una característica que les define muy claramente y que, además, sirve para marcar las diferencias entre ellos y crear conflictos (el típico juego de los cómics de la pelea entre héroes por un malentendido para luego hacerse aliados).
Aunque los héroes principales ya tienen su película, esta sigue siendo una historia de orígenes: se acaban de conocer y surgirán dudas y recelos entre ellos (aumentados por Loki, Dios del Engaño). A cada personaje se le dan ciertos minutos de metraje para que el espectador pueda conocerlos mejor (repito, no es necesario haber visto las anteriores). Excepto a Ojo de Halcón, infrautilizado por desgracia. En plena batalla final hay un magnífico plano-secuencia en el que Whedon nos lleva de la mano de uno a otro vengador para que, además, les conozcamos en plena batalla. Y, entre los personajes, está Loki, para mí uno de los peores caracteres de la película. Es patético, llorica, con ínfulas de grandeza y que recibe una melodramática derrota, casi al nivel del cartoon (aunque he de reconocer que no por ello menos divertida), y una rendición (“ahora sí aceptaría esa copa”) que le quita toda la grandeza que este personaje debería tener.
El otro “pero” podría ser el humor. En particular, el exceso de humor. Personalmente creo que está en el límite de lo permisible, pero entendería a aquellos que opinen que tanto gag sobra en este tipo de películas. Pero como digo, creo que Whedon y Penn han conseguido no pasarse y, sobre todo, no meter forzadamente gracietas sin sentido. A algunos incluso nos han recordado la maravillosa etapa de otro súper grupo, la LJA de Giffen-DeMatteis.
Conclusión
La película es de notable (aún tendrá por encima el Batman de Nolan). Whedon ha juntado todos los ingredientes (personajes carismáticos, ágiles diálogos, toques de humor y espectaculares escenas de acción muy bien rodadas) y ha logrado un plato perfecto. Los aficionados al cómic se encontrarán con un regalo de un fan para otros fans. Y el resto de espectadores verán una película consciente de su género, pero no una película palomitera que menosprecia al espectador.
Y los pocos “peros” que le he puesto seguro que Whedon los conoce y lo remediará para la secuela. Porque se ha estrenado en Europa, pero la semana que viene se estrenará en EE.UU. y cuando haga un taquillón enorme en su primer fin de semana, los directivos estarán tan contentos que le otorgarán al director esa libertad creativa que tanta falta sabemos los fans de Whedon que se merece. Además, el enorme villano que parece que tendrá la segunda película promete y mucho.
Porque sí, por supuesto hay escena extra tras los títulos de crédito. Y, por supuesto que sí, Stan Lee hace su cameo oficial (también aparecen Harry Dean Stanton, magnífico, y Joe Quesada). Y antes de que preguntéis: en la secuela no aparecerán ni Spiderman (propiedad de Sony), ni los X-Men o los 4F (propiedad de Fox). Aunque hubiera estado muy bien que aparecían algunos en la batalla final…
P.S. – Escribiendo el artículo me he puesto, de fondo, la B.S.O. de la película, de Alan Silvestri. No dejéis de disfrutarla.
Ficha técnica
Dirección: Joss Whedon
Guión: Joss Whedon, Zak Penn
Reparto: Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Jeremy Renner, Tom Hiddleson, Clark Gregg, Cobie Smulders, Stellan Skarsgaard, Samuel L. Jackson, Gwyneth Paltrow, Paul Bettany, Alexis Denisof
Fotografía: Seamus McGarvey
Montaje: Jeffrey Ford, Lisa Lassek
Música: Alan Silvestri
Productores: Kevin Feige
Productora: Marvel Studios, Marvel Enterprises
Hace tiempo que voy a ver las películas de superheroes más por los efectos especiales que por su guión (excepto Batman) y esta película me parece que adolece de lo mismo