Gran seguidor como he sido siempre de los cuentos de hadas, en todas sus versiones, cuando me enteré de que iban a crear una serie de televisión sobre uno de mis temas literarios favoritos, no pude menos que entusiasmarme y aterrarme. Nunca sabes cómo va a quedar un experimento de este tipo (mirad, por ejemplo, otra serie con un tema similar, “Grimm”). Pero el resultado ha sido plenamente satisfactorio.
“Y fueron felices y comieron perdices”. Así acaban los cuentos, y este es el punto de partida de “Érase una vez”. ¿Qué pasa con los personajes de los cuentos una vez vencida la bruja y casados los protagonistas? ¿Tuvieron hijos? ¿Tuvieron problemas con los suegros?
Esta serie pretende mostrarnos todo esto pero mezclando dos puntos de vista, dos líneas temporales diferentes. En cada una de estas líneas cada personaje tiene una personalidad diferente, la de personaje de cuento y la de habitante de Storybrook, el pueblo donde viven todos.
La historia comienza cuando Emma, interpretada por Jennifer Morrison, una caza recompensas independiente y muy solitaria, recibe la visita de un niño diciendo que es su hijo, que dio en adopción nada más nacer. Este niño, Henry, le cuenta una historia totalmente increíble: la malvada bruja de Blancanieves logró su venganza y desterró a todos los habitantes de Fayrie a este, nuestro mundo real donde nadie recuerda nada, a excepción de la malvada alcaldesa-bruja que controla a todos los habitantes, impidiendo que sean felices.
Y es que este es uno de los principales atractivos de la serie, los continuos saltos de una línea temporal a otra, llena de flashbacks y flashforwards que nos van revelando, poco a poco, la historia personal de cada uno de estos personajes: ¿Cómo llegaron todos a Storybrook? ¿Qué sabe, realmente, Rumpelstiltskin? O, lo más importante, ¿cuál es el verdadero motivo del odio que Regina profesa a Blancanieves? Cada capítulo nos traerá pequeñas pistas clarificadoras de por qué cada personaje actúa como lo hace, haciéndonos morder el anzuelo y dejándonos con ganas de más.
¿He dicho que Regina controla a todos los habitantes? Pues no. Porque el señor Gold (magistral Robert Carlyle parece que sabe mucho más de lo que deja entrever y no se deja manejar en absoluto. Y es que, entre todos los personajes, destacan claramente los malos. Tanto la Reina Malvada/Regina, alcaldesa de Storybrooke (Lana Parrilla), como Míster Gold/Rumpelstiltskin nos han regalado interpretaciones que destacan sobre el resto y mantienen vivo el interés de la serie durante los 22 capítulos. Los dos mantienen el nivel de tensión imprescindible para una serie de corte fantástico. Y si son buenos por separado son mucho mejores cuando se juntan y rivalizan por ver cuál de ellos es más maligno. Por el contrario, algunos de los “buenos” pecan de sosos y estereotipados.
Estrenada el año pasado en ABC, y en enero retransmitida en España en AXN, ahora podremos disfrutarla en abierto en Antena 3.
Os invito a todos a descubrir cómo ha continuado la vida de nuestros queridos personajes de cuentos, pero con un toque nuevo y refrescante (los cambios que hacen a algunos de los personajes femeninos son magníficos).
Y no. No es la versión televisiva de Fábulas, magnífico cómic con el mismo tema inicial, pero sí les ha quedado una muy interesante serie. Dadle una oportunidad, no os arrepentiréis. Y, cuando acabe la temporada, volvemos a encontrarnos todos juntos aquí, en Xombit, y la comentamos.
En Antena 3 | Érase una vez
Web oficial | Once Upon a Time
