El novelista estadounidense Philip Roth ha sido galardonado este miércoles en Oviedo con el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2012. Se impuso al autor japonés Haruki Murakami en la última ronda de votaciones. No creo que los premios engrandezcan la sombra de ningún artista, y desde luego, no por ello, sus obras dejan más poso. Sólo sirven para que los lea más gente; que no es poco. Es más bien al revés, son los premiados quienes dan prestigio a unos premios que por sí solos, no serían nada. ¿Pero quién puede resistirse a la vanidad? ¿A la ambición? ¿A la pompa y al boato?
Roth, nació en Newark, Nueva Jersey (Estados Unidos) el 19 de marzo de 1933, es el segundo hijo de una familia judío-norteamericana emigrada de la región europea de Galitzia (Ucrania). Este dato es importante, pues su cuna influirá en toda su obra. Como él mismo dice:
Un hombre judío con padres vivos es un niño de quince años ¡Y será un niño de quince años hasta que mueran!
Ha sido propuesto para el Premio Nobel de Literatura en multitud de ocasiones, pero aún no ha tenido que comprar billete de avión a los países nórdicos para recogerlo. Aun así, a este judío no le faltan premios. Obtuvo el Pullitzer en 1998, y también pueblan las estanterías de su casa el National Book de Estados Unidos, el Booker en Inglaterra o el Nacional de la Crítica. El crítico literario Harold Bloom lo incluyó entre los cuatro escritores vivos más importantes de EE.UU. Sin embargo, también ha tenido detractores en el mundillo intelectual, una de ellas, de cuyo nombre no quiero acordarme, soltó lo siguiente por su boquita:
Sigue y sigue con los mismos temas en cada uno de sus libros. Es como si se sentara sobre mi cara y no me dejara respirar.
La primera novela de Roth es “Goodbye, Columbus”, de 1959. Una novela corta y cinco cuentos. Diez años después, el escritor publica “El mal de Portnoy”. Un libro para reírse a mandíbula batiente. Alexander Portnoy, tumbado en la camilla de un psiquiatra, relata sus aventuras sexuales. Muchos creen que Nathan Zuckerman es el alter ego del propio Roth. Este escritor protagoniza muchas de las novelas del estadounidense. Entre ellas, las que componen la llamada trilogía americana: “Pastoral americana” (1997), por la que Roth obtuvo el Pulitzer, “Me casé con un comunista” (1998) y “La mancha humana” (2000). Aunque el final de la saga de Zuckerman llega con “Sale el espectro”, en 2007. Otras obras destacables podrían ser, “La gran novela americana” (1973), “El oficio. Un escritor, sus colegas y sus obras” y las más recientes, “Indignación” (2008),” La humillación” (2009) y “Némesis” (2010).
Philip Roth es un autor crítico y valiente, creo que han acertado. Un escritor que te hace pensar, pero no es aburrido.
El jurado ha destacado la capacidad del novelista para mostrar una compleja visión de la realidad contemporánea “que se debate entre la razón y los sentimientos, como el signo de los tiempos y el desasosiego del presente”. El acta del tribunal sitúa la obra narrativa de Roth dentro de la gran novelística estadounidense, en la tradición de Dos Passos, Scott Fitzgerald, Hemingway, Faulkner, Bellow o Malamud.
Al premio optaban 24 candidatos de once nacionalidades entre los que podemos encontrar, como si esto fuera un mercadillo, a la canadiense Alice Munro, el francés Dominique Lapierre, el holandés “Cees” Noteboom, el irlandés John Banville, el portugués António Lobo Antunes, el estadounidense Jonathan Franzen, el chino Yan Lianke, el guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, o el novelista Antonio Gala, el único español.
También se remitieron a la Fundación propuestas como las de Gabriel García Márquez (presentada por Woody Allen) o la del también premio Nobel J.M. Coetze. Pero parece que hay una tradición no escrita, por la que el jurado nunca concede el galardón a autores que ya hayan sido distinguidos por la Academia sueca. Aterrador. Menudo criterio.
El premio no son sólo los 50.000 euros, también le entregarán una escultura de Joan Miró, un diploma y una insignia. ¿Cuánto pagarías por tener esa insignia en tu solapa? Ha sido el quinto en fallarse en 2012, tras los concedidos a Martha Nussbaum (Ciencias Sociales), Rafael Moneo (Artes), Shigeru Miyamoto (Comunicación y Humanidades) y al biólogo Greg Winter y al patólogo Richard Lerner(Investigación Científica y Técnica).
El galardón de las Letras ha recaído, entre otros, en José Hierro, Miguel Delibes y Gonzalo Torrente Ballester, Juan Rulfo, Ángel González, Mario Vargas Llosa y Rafael Lapesa, Camilo José Cela, Claudio Rodríguez, Carlos Fuentes, Francisco Umbral, Augusto Monterroso, Doris Lessing, Arthur Miller, Paul Auster, Margaret Atwood, Amin Maalouf y Leonard Cohen.
El jurado ha estado presidido por el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, y han formado parte, entre otros, los escritores Soledad Puértolas, Fernando Sánchez Dragó y Xuan Bello; los periodistas Luis María Ansón, Blanca Berasategui, Amelia Castilla, Juan Cruz, Álex Grijelmo, Manuel Llorente y Sergio Vila-Sanjuán; la catedrática de Literatura Rosa Navarro y la decana de Artes y Humanidades de la Universidad de Harvard, Diana Sorensen.
¿Crees que es justo? ¿Cuál es tu libro favorito de este magnífico escritor? ¿Crees que debería haberlo ganado un español? ¿Otro de los finalistas? ¿Cuándo reconoceremos a Haruki Murakami? ¿Qué ganador del Premio Príncipe de Asturias prefieres? ¿Crees que algún día, este premio podrá mirar a los ojos a los Nobel?