“El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, comedia e ironía en su máxima expresión

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Seguimos buscando opciones de lectura para este verano. Ahora os hablamos de un peculiar abuelo que, al igual que el león, no es como lo pintan. Cien años bastan para acumular muchas historias, pero aquí nos topamos con un ejemplo en el que un siglo de historia personal no deja de encontrarse con importantes episodios de la historia del mundo. Jonas Jonasson nos regala una entrañable comedia que no tiene desperdicio, realmente una obra maestra de la ironía y el sarcasmo. Compañero perfecto para unas vacaciones en las que el horizonte parece un poco nuboso.

¿Quién puede ser considerado como el hombre más influyente del siglo XX? Hagan sus apuestas, pero no podéis dejar de incluir en su lista de posibilidades al centenario habitante de la residencia de ancianos de Malmköping, Allan Karlsson. Se trata de un sueco que no ve como un inconveniente el hecho de estar por celebrar su aniversario número cien para vivir una última aventura. Es por eso que, antes que pasar un día tan significativo rodeado de falsas felicitaciones, se decanta por lo más normal y natural del mundo: saltar por la ventana y largarse.

Excelente comedia para el verano

Si después de que os cuenten cómo un anciano de cien años salta por la ventana y se dispone a marcharse con rumbo desconocido no habéis cerrado el libro, os advierto que habéis caído en la encantadora trampa de una retorcida imaginación irónica y que cualquier cosa puede pasar. De hecho, no creo que haya mejor frase para describir el libro de Jonas Jonasson que la que aparece en la página 224 del mismo: “Lo que tenía que ocurrir ocurría, no valía la pena elucubrar de antemano”. Este es el principio que parece regir cada episodio de la vida de Allan Karlsson que, aunque no quería saber nada de política, termina siempre involucrado en los momentos políticos más importantes del siglo en el que le ha tocado vivir.

Así, Jonasson nos lleva por un viaje surrealista en donde Karlsson pasará de ser un tipo hábil con los explosivos a responsable de la fabricación de la bomba atómica, el salvador de Franco y de la linda esposa de Mao Tse Tung, entre otros muchos hilarantes episodios que os tendrán pegados a las páginas del libro. Claro que no todo es historia contemporánea, pues el autor bascula entre esta peculiar visión de los años recientes y una historia detectivesca que inicia con la desaparición de Allan, pero que pronto tendrá que resolver la aparición de un par de cadáveres. Lo sé, lo sé. No se ve cómo hacer conectar las piezas y todo parece un verdadero galimatías. Pero “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” lo logra en una verdadera muestra de ingenio donde uno termina riéndose ante lo más inverosímil que, a veces, no es sino un radical ejercicio de sentido común (el menos común de los sentidos, por otra parte).

El viejo Allan está detrás de la bomba

Cuando el mercado editorial sueco parecía estar dominado por la novela negra, aparece la cómica figura de Allan Karlsson con la ironía propia de una persona que tiene ya una larga experiencia en esta vida. Pero no se da por vencido y tiene tiempo todavía de regalarnos muchas sonrisas con una nueva aventura. De Oppenheimer a Churchill y de Suecia a la isla de Bali, Jonas Jonasson logra armar una comedia inolvidable en la que nos recuerda que ante la adversidad siempre queda la alternativa de la risa y el humor. De cualquier manera es muy probable que lo que tenía que ocurrir ocurra. Altamente recomendable para pasarse un verano con una sonrisa en el rostro. ¿Habéis leído ya las aventuras de Karlsson? ¿No os parece un título muy original para el libro? ¿Os animáis a leerlo estas vacaciones?

El autor en peculiar fotografía

Archivado en Comedia, Humor, Ironía, Suecia
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