La primera temporada de Dracula, que así es como se titulará la serie, constará de diez episodios en los que nos mostrarán al famoso conde llegando a Londres, haciéndose pasar por un emprendedor americano que pretende introducir la ciencia moderna en la sociedad victoriana cuando en realidad busca vengarse de las personas que le destrozaron la vida. El problema es que antes de lograr su objetivo se enamora perdidamente de una mujer que él cree es la reencarnación de su última esposa trágicamente fallecida.
Basada en un guión de Cole Haddon, Dracula es una co-producción entre la NBC y Sky Linving, el canal británico que produce Downton Abbey, aunque no parece que vaya a parecerse demasiado al drama creado por Julian Fellowes ya que sus responsables la describen como una mezcla entre Las Amistades Peligrosas y The Tudors. Y tal vez eso explique la elección de Jonathan Rhys Meyers, que volverá a la televisión dos años después de finalizar la serie en la que interpretaba al rey Enrique VIII de Inglaterra.
Con tantos vampiros modernos en cine y televisión (Twilight, The Vampire Diaries, True Blood), será interesante comprobar qué son capaces de hacer con la historia original. Eso sí, nos avisan de que a pesar de estar ambientada en 1896, Dracula no será un drama clásico sino que pretende mirar hacia el futuro. ¿Adaptación a los nuevos tiempos o cuestión de presupuesto? Ya se verá pero de la NBC nos podemos esperar cualquier cosa, incluso que sea buena.