Hace apenas una semana que nos enterábamos del desprendimiento de un iceberg del doble del tamaño de Manhattan (nada más que 181 kilómetros cuadrados de superficie) se había desprendido del glaciar Petermann. Hoy circulan por la red impactantes imágenes de la NASA que reportan el repentino deshielo de toda la superficie de Groenlandia. Ante estos fenómenos tendremos siempre dos posiciones distintas: por un lado los alarmistas y por otro los que consideran el asunto más que normal.
Para hacerse de una mejor opinión revisemos el hecho y algunos datos importantes. Como podéis ver en la imagen más abajo la superficie de Groenlandia pasa de un lindo blanco a un rojo preocupante. Esto no resultaría extraordinario durante la época veraniega si no fuera porque la imagen de la izquierda corresponde al 8 de julio y la de la derecha al día 12 del mismo mes. El deshielo pasó del 40 al 97% del territorio en tan sólo cuatro días. Este es el fenómeno al que debemos agregarle el problema de su interpretación: ¿cómo y por qué está sucediendo esto?
La respuesta, evidentemente, no es sencilla y el mundo sigue su marcha más rápido que el análisis de los datos. De hecho, Son Nghiem (premio a quien lo pronuncie bien), del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena California, encontró tan inusual el acontecimiento que en un primer momento pensó que debía haber un error en los datos. Ahora que no para todos ha resultado igual de sorprendente, pues hay voces que afirman que este tipo de eventos se producen de manera cíclica. En este caso se espera que ocurra algo similar cada 150 años más o menos, por lo que si el último ocurrió en 1889, estamos en el periodo esperado. Aunque, como agrega el glaciólogo Lora Koening, “Si continuamos observando deshielos así en los siguientes años será algo preocupante”.
Tenemos entonces el debate entre si se trata de un evento dentro de lo esperado o, por el contrario, responde a la dinámica del calentamiento global y se trata de un aviso más antes de la catástrofe. Lo cierto es que no fue sino hasta 1979 cuando se iniciaron las observaciones vía satélite del Ártico, por lo que los datos de épocas anteriores dependen de estimaciones hechas en base al análisis de las distintas capas de hielo en la zona. Resulta interesante, por tanto, mostrar si los estudios y las observaciones coinciden dando congruencia a una u otra de las teorías. Así podremos saber si lo que pasa con el hielo de Groenlandia reafirma la teoría del calentamiento global o le relega a la categoría del mito. Por lo pronto lo más prudente sería llenar el día a día de acciones que ayuden a evitar que este pobre mundo empeore, ¿no pensáis lo mismo? ¿Creéis que el calentamiento global es real o pensáis que es un mito? ¿Os gustaría saber más sobre el tema?