El Comité Blackie, del que ya surgió la idea de la Agenda del Fin del Mundo, ha tenido la genial idea de adaptar el concepto de libro de actividades infantiles y juveniles al público adulto y el resultado no puede ser más redondo. Cuaderno se compone de cerca de cien páginas llenas de sopas de letras, tests, adivinanzas, crucigramas, cuestionarios, ejercicios de lógica de temáticas tan variadas como el deporte, la música, la literatura, la política o incluso el mundo del corazón, y todo aliñado con mucho humor (y bastante mala leche).
Además de enseñarnos gráficamente cuántas calorías se consumen leyendo En Busca del Tiempo Perdido de Proust o lo que podría haber hecho Charlie Sheen con el tiempo que ha utilizado para estar con mujeres, también ponen a prueba esos conocimientos entre inútiles y absurdos que ocupan nuestro cerebro como cuántos huesos tiene un esqueleto humano o quién dijo aquello de Ah, eres paralítico, qué profesión tan bonita. Y es que, como dice el Comité en el Manifiesto Cuadernista que sirve de prólogo, quizá ni el conocimiento ni la cultura aportan felicidad, pero nos recuerda que seguimos vivos y que estamos acompañados.
Y no vale utilizar San Google para buscar cómo se dice Hasta luego Lucas o No puedo, no puedo en urdú o en chino, tú responde que ya comprobarás después si has acertado en las respuestas que tienen a bien de ponernos al final del libro. Si es que hasta Cristóbal Forntúnez, su ilustrador y autor de Fauna Mongola, nos da permiso para que, como tiene que ser, tratemos mal a nuestro Cuaderno:
Hay que escribir, dibujar, colorear. Hay que apuntar, hay que unir. Se puede emborronar y se puede borrar. Se puede enguarrar. Por favor, pintad bigotes y gafas, y mierdas y pollas sobre todas mis ilustraciones, nada me haría más feliz.
Cuaderno es una pequeña joyita (otra más de Blackie Books, y ya van tropecientas mil) con la que te lo pasarás bomba y desconectarás un rato de tu rutina diaria, pero que además podrás utilizar para montarte una divertida tarde en grupo (y lo digo por experiencia). Tal vez no seas más listo al acabarlo (o tal vez sí, quién sabe) pero te aseguro que serás capaz de escribir en élfico mi mamá me mima. ¿Qué más quieres?
¡Cómo mola!
Este verano voy a hacer los deberes junto a mi hijo 🙂