Los Ig Nobel (juego de palabras que da a entender innoble en la traducción al castellano) se otorgan a aquellos que con sus investigaciones logran “primero hacer reír a la gente y luego hacerlas pensar”. Son organizados en la Universidad de Harvard por la revista “Annals of Immprobable Research” (Anales de la Investigación Improbable) y cuentan con la participación de auténticos premiados con el Nobel para la entrega de los galardones. En suma, una verdadera fiesta en la que la ciencia se ríe de sí misma.
¿Puede un chimpancé reconocer a otro mirándole el trasero? Sí, según la investigación hecha por científicos norteamericanos. Sin duda un meritorio Ig Nobel por resolver esta intrigante incógnita. Así como la calma que nos trajo el saber que eran las tuberías de plomo y el agua caliente las que provocaban el pelo verde en la localidad de Anderslöv, en Suecia. Se comenzaba a pensar que Hulk tenía algo que ver en este asunto, pero un astuto investigador sueco resolvió el misterio y se hizo acreedor a su premio.
Si creíais que el Galaxy SIII era lo mejor y más avanzado que podía llegar desde tierras orientales, pues estáis equivocados. Kazutaka Kurihara y Koji Tsukada (¡doble premio por los nombres!), de Japón, crearon lo que se puede denominar un “inhibidor de discursos”. Se trata de una máquina que interrumpe a aquellos que padecen de verborrea haciéndoles escuchar su propio discurso pero con una pequeña demora temporal, lo cual logra inducirles a guardar silencio. Un invento que, si bien merece este premio, seguramente tendrá más de alguno que le siga la pista para hacerse de uno (quizá hasta con la misma ansia que un fanático del iPhone).
Desde Holanda nos llega otra respuesta a una pregunta ociosa: ¿por qué la torre Eiffel se ve más pequeña al irse hacia la izquierda? Anita Eerland, Rolf Zwaan y el doctorando Tulio Guadalupe han determinado que la postura influye en cómo percibimos el tamaño de las cosas. Tender a las hacia la izquierda favorece estimaciones más bajas, lo cual fue comprobado gracias a una tabla de equilibrio de la consola Wii y teniendo a la torre Eiffel entre los ejemplos. Algo tan útil como los resultados de dinámica de líquidos obtenidos por Rouslan Krechetnikov y Hans Mayer al estudiar las dinámicas de derrame y buscar comprender qué pasa cuando alguien camina con una taza llena de café en la mano.
En el área de la neurociencia, investigadores estadounidenses demostraron que es posible detectar actividad cerebral en un salmón muerto. Mientras que en el área de física el premio correspondió a la investigación en torno al equilibrio de fuerzas que da forma y mueve a una cola de caballo en el cabello humano. Sí, aunque no os lo creáis, hay ya una ecuación que permite predecir la forma de una coleta. Finalmente, el premio de la paz fue para la empresa rusa SKN que convierte antiguas municiones en diamantes, mientras que el de literatura fue otorgado a la oficina de Contaduría General del gobierno estadounidense por su informe de informes de informes que tiene como finalidad recomendar la preparación de un informe del informe de informes de informes. Una obra maestra.
Estos son los galardonados de este año. ¿Qué os parecen las investigaciones? ¿Tenéis ideas para el próximo año?