Buenas tardes queridos lectores. Como recordáis, mi estancia en este país tan precioso como es Suecia se debe a una Erasmus, así que pido disculpas por las horas en las que llega a Xombit este artículo, mis clases me impidieron terminarlo antes. Hoy conoceremos las raíces suecas a través de sus bosques, de los que no será la única vez que hablaremos.
¿Realmente los bosques son tan importantes en Suecia? La respuesta es claramente un sí. Los suecos disfrutan de ellos siempre que tienen oportunidad, y son un elemento importante en la vida diaria. Cuando quieren pasar un rato a solas, reflexionar o simplemente dar un paseo, van al bosque, donde gozan de una unión con la naturaleza muy especial a la vez que única. A veces podemos incluso encontrar circuitos para correr en mitad del bosque. Esto se debe a que en Suecia las ciudades están muy integradas en la naturaleza y, en concreto, se tiene mucho respeto a la vegetación. Esto crea unas ciudades muy descongestionadas, tranquilas y, en cierto sentido, místicas.
Vale, muy bien, pero ¿cuál fue tu experiencia? Cuando entré en el bosque, cámara colgada, no sabía qué hacer. Tenía demasiadas posibilidades, todo pedía a gritos que lo retrataran así que corriendo como un loco preparé la cámara y estuve tirando sin parar durante una hora. Luego aflojé el gatillo y fui más selectivo con las tomas, no podía seguir ese ritmo o luego sería imposible elegir cuáles eran las mejores. A pesar de todo, vine con la tarjeta cargada de fotografías preciosas entre las que he seleccionado concretamente esta por su contenido. Es un primer plano en el que vemos unas gotas de rocío atrapadas en una telaraña, rodeado todo de la vegetación silvestre típica del bosque. ¿Que más podía pedir? Era (y es) hermoso.
En cuanto al cómo, intenté retratar con la ISO en 100, sin embargo, el día había amanecido nublado y no conseguía la instantaneidad que me gusta aplicar a las tomas. Antes de perderme por el interior del bosque cambié la ISO a 400 y todo pareció ir bien. La segunda complicación apareció con el fotómetro. Cuando la luz estaba, supuestamente, bien medida, los cuadros aparecían ligeramente blanqueados, por lo que decidí añadir un poco de sombra al medir la luz, quedando como resultado final un diafragma de 8 y una velocidad de exposición de 1/60. Esto le dio a la fotografía unos colores muy vivos, como creo que necesitaba.
Espero que hayáis disfrutado de la toma y que esperéis con muchas ganas la próxima entrega de secretos revelados. Puede que no la semana que viene pero os aseguro que volveremos a perdernos por los bosques de Suecia, y quién sabe, quizás entonces hable un poco de mitología nórdica. Por lo demás, pasad una buena semana y practicad mucho la fotografía.
Lo siguiente podría ser poner un poco de árboles en ese bosque XD ¡Muy buen artículo!
Buen artículo, como siempre. La fotografía de esta ocasión no me termina de convencer, yo me hubiera acercado un poco más. Será cosa de que me tomo muy a pecho la frase de Robert Cappa “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente.” Pero sin duda es una imagen curiosa.