PSP fue una consola técnicamente muy competente, pero que no tuvo juegos a la altura, no al menos en todas las etapas de su vida, ni al nivel de otras máquinas contemporáneas. La piratería y la competencia de la Nintendo DS tuvieron mucho que ver, pero hubo otro problema que le afectó de forma grave: demasiadas compañías decidieron aprovechar sus capacidades gráficas para trasladar directamente juegos de PlayStation 2 a la portátil. El resultado de esta estrategia parecía bastante obvio, la plataforma se vio desprestigiada por la cantidad de contenido “reciclado” que no interesaba a los jugadores, porque era antiguo y ya lo habían disfrutado en su día.
Parece que en Sony se han dado cuenta de que este rápido método para hacer crecer el catálogo de sus portátiles (que no son lo únicos en emplear) representaun grave error a largo plazo, y no quieren repetirlo, ni que las editoras de juegos caigan en él. Las palabras de John Koller, jefe de marketing de la empresa, así lo atestiguan:
“El problema con PSP es que acabamos inundados de ports. Acabó siendo demasiado complicado para nosotros definir qué hacía de PSP algo único. El desarrollo de contenido acabó estando desestructurado y descentralizado y al final acabamos con un montón de contenido que ya estaba en PS2 y se lanzaba directamente a la portátil.”
“Los juegos de una portátil no son algo a lo que los jugadores simplemente juegan porque salen del salón de sus casas. Tienen que ser únicos y que definan perfectamente la experiencia de PS Vita.”
Es decir, que la idea sigue siendo realizar títulos dignos de una consola de sobremesa, pero que se adapten a las peculiaridades de las portátiles en general, y de la Vita en particular. Y por supuesto, crear contenido original en lugar de “refritos” de juegos antiguos. Al parecer, sagas como Assassin’s Creed o Call of Duty, que diseñarán entregas especiales para la pequeña de Sony, son el ejemplo a seguir.
¿Qué te parece esta política? ¿La ves tan acertada como yo, o crees que siempre es mejor que la PS Vita reciba ports a que adolezca de un catálogo demasiado reducido?