Ya está, ya llegó, ya empiezan a poner puertas al campo. Esto es serio, van a sentarse. El Servicio de la Fiscalía de la Corona (CPS, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña, a pesar de su pomposo nombre, ha bajado al barro. No están dispuestos a que los comentarios subversivos que incendian Twitter y Facebook cada dos por tres, queden impunes. Y para ello han comenzado unas conversaciones sobre las leyes que afectan a los medios sociales, quieren publicar unas normas antes de Navidad. Deberán darse prisa.
La policía está preocupada, cada vez son más los casos en los que se les pide que intervengan. No me extraña. Esta semana, por ejemplo, dos personas han sido condenadas por delitos relacionados con los medios sociales. Hay que tener cuidado con lo que se escribe. Las palabras son puñales, pero las heridas tardan más en cicatrizar.
El adolescente Matthew Woods fue condenado el lunes a doce semanas de prisión por unas bromas vejatorias en Facebook sobre la niña desaparecida de cinco años, April Jones. Un gusto exquisito, sí señor. De primeras, lo que te apetece es “matarlo”, darle un buen bofetón. Y sin embargo… la ley debe huir de los calentones, debe ser justa, razonable. ¿Realmente es una insolencia merecedora de tres meses a la sombra? Tres meses. ¿Te parece incluso poco?
Al día siguiente, Azhar Ahmed, de 20 años, fue condenado a 240 horas de servicios comunitarios por escribir en Facebook: “todos los soldados deberían morir e ir al infierno”. Habían fallecido seis soldados británicos en Afganistán. ¿Un castigo ejemplar, o justo? ¿Cuál es el límite entre la libertad de expresión, el mal gusto, y el delito?
El CPS ha imaginado una mesa redonda repleta de caballeros artúricos, ha invitado a académicos, abogados de medios de comunicación, blogueros y policías para que participen en una discusión que se prolongará un mes. Una portavoz del CPS dijo que las conversaciones no están dirigidas a cambiar la ley actual. ¿Entonces?
De momento, la idea es tener normas claras y consistentes en las fiscalías de estos casos en la legislación actual.
El diario The Guardian indicó que el CPS está interesado en preguntar si las empresas de medios sociales deberían mejorar la supervisión de sus páginas. No es una mala pregunta.
¿Crees que borrar comentarios ofensivos en Internet es censura o un deber? ¿Prefieres una red salvaje, sin leyes, o un espacio “civilizado”? ¿Te parece Twitter el paradigma de la libertad?