No deja de ser cierto que se acerca el invierno (parafraseando al, tan de moda, George R. R. Martin), sin embargo, tampoco deja de ser cierto que será aún peor. Las máximas no superan ya los 10 grados, y esas temperaturas se dan en días excepcionales, pero parece que el frío y la climatología sueca sientan bien a la naturaleza.
Si de siete días que tiene la semana llueven seis y en el séptimo tenemos posibilidades no debemos asustarnos, con la ropa adecuada podremos sobrevivir, pero como bien os digo, a los árboles, plantas, hongos, etc. les está sentando muy bien este baño otoñal. Los colores verdes, naranjas y amarillos aparecen por todos lados con una intensidad asombrosa, rodeados de unos tonos azulados y grises debido a la omnipresencia de las majestuosas nubes. Estas circunstancias son ideales para un fotógrafo, siempre y cuando protejamos bien nuestro equipo del agua. En mi caso, aproveché un momento sin lluvia para salir a hacer unas cuantas tomas (aunque volví con los zapatos chorreando… todo hay que decirlo).
La instantánea que hoy os traigo es de los alrededores de la universidad, donde encontré diversos árboles con sus ropas en las tonalidades que os he comentado. Tenía árboles de hoja perenne que están grandes y verdes, reinando sobre sus hermanos caducos que prefieren cambiar la piel, ahora naranja y rosada, para en breves volver a crecer y traer con ellos la primavera.
En este caso centré el encuadre en un árbol con una generosa cantidad de hojas, tanto en sus ramas como en el suelo, que coqueteaban con el amarillo, el rojo, el naranja y el rosa y que parecían estar cerca de caerse. Coloqué la cámara en modo manual y con mi objetivo 35mm disparé. La ISO estaba a 200, el diafragma a 10 y la velocidad a 1/13. Estoy teniendo algunos problemas técnicos con la cámara que espero solventar pronto pero, a pesar de ello, me gustó cómo quedó la fotografía.
Espero que a los que os guste el otoño estéis disfrutando de él y, a los que no les guste, aprovechad y sacad las cámaras, que es una estación muy agradecida para hacer fotos a la naturaleza y a las grises y mojadas calles que tendréis en más de una ciudad.
La estampa otoñal de los arboles es algo increíble cuando estas acostumbrado a que estos no cambien de aspecto. Es curioso el contraste entre el rojo de las hojas y el césped verde, me gusta mucho esta combinación de color. ¿tuviste problemas con la estabilidad a esa velocidad?
No, realmente no, con lo que tengo problemas es con la cámara, que no sé qué le ocurre que me está sacando todas las fotografías con una especie de neblina… En fin, tecnologías, tienen cosas buenas y cosas malas.