¿Soy el único que siempre se “olvida” de avisar para tomar unas cañas a los amigos que no tienen WhatsApp? ¿No resulta engorroso hacer varias llamadas con coste cuando un breve chat por este sistema de mensajería instantánea sería más adecuado? Considero innegable que esta aplicación ha cambiado nuestras vidas, a pesar de sus numerosos fallos y de que existen mejores alternativas. Pero lo cierto es que WhatsApp nos permite ahorrar en las comunicaciones al emplear nuestra tarifas de datos para enviar texto, fotos o vídeos, y además posibilita conversaciones más rápidas y directas que un SMS pero menos intrusivas que una llamada de voz.
La inmensa base de usuarios del programa es el motivo por el que resultará muy difícil que un competidor lo sustituya, y también la razón por la que cada vez más personas se sienten obligadas a disponer de él. Y es que quien no tiene WhatsApp es un “amigo caro”, con el que las comunicaciones son más complicadas y costosas, además no estará al tanto de las novedades, bromas y planes que surgen en las populares conversaciones grupales que permite la aplicación. En definitiva, estamos ante un protocolo de mensajería que se ha vuelto clave en la vida social de muchas personas, diría que prácticamente imprescindible.
Ahí es donde a muchos usuarios les surge la necesidad de hacerse con un smartphone, aunque no les atraiga tener correo en movilidad, ni usar Instagram o twittear desde cualquier lugar. Creo que todos conocemos personas que no tienen ningún interés en la tecnología y se han comprado uno de estos dispositivos (normalmente un modelo de gama baja) para mantener el contacto con su pareja, amigos o familiares. En este sentido, creo que el WhatsApp es en la actualidad el mayor impulsor de la compra de teléfonos inteligentes y, sin lugar a dudas, se trata de la killer app de estos aparatos.
Es cierto que muchos son los que posteriormente descubren otras maneras de aprovechar su terminal, e incluso acaban por no saber vivir sin él, pero la aplicación de mensajería instantánea suele ser lo que motiva la adquisición de un gran porcentaje de smartphones. No creo que debamos considerarlo un dato negativo, cada uno hace el uso de la tecnología que sus necesidades requieren. Lo que sí pienso es que los fabricantes deberían ser conscientes de esto y optimizar sus modelos para este programa. En cualquier caso, hemos de agradecer a WhatsApp la popularidad actual de los teléfonos inteligentes, y también que cada vez más ciudadanos se unan a la sociedad de la información.
¿Qué opinas de este tema? ¿Conoces a muchas personas que se han comprado un nuevo móvil sólo por esta aplicación, o la mayoría de tus allegados hace uno uso más completo de su smartphone?
Sin duda, como bien dices en el artículo, es gracias a WhatsApp por lo que el usuario medio-bajo está entrando en el mundo de los smartphones.
Y en su día tuve una charla con un cargo de Vodafone España en el que tratamos el tema de si por culpa de programas como este no estaba descendiendo el ingreso… Y todo lo contrario, ciertamente las llamadas y los SMS se han visto mermados a la necesidad básica (Y por eso ahora se permiten sacar tarifas con 1.000 minutos y SMS ilimitados). Pero es que gracias a que “todo el mundo tiene WhatsApp” el que no lo tiene acaba cayendo y comprándose cualquier terminal y atándolo a un consumo de datos que jamás hubiese adquirido de ninguna otra forma.
Al final, salimos todos ganando 🙂
La pregunta del millón en una tienda de telefonía “¿Este lleva WhatsApp?”