Dos años de investigación mirándose el ombligo podría sonar a egocentrismo, pero en este caso se trata de ciencia. Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte han dedicado dos años de estudio a analizar los ombligos de 500 personas para descubrir que nuestros ombligos guardan un ecosistema tan complejo como el de una selva tropical. No os asustéis, no nos encontraremos con ningún animal salvaje repentinamente.
Su estudio, publicado la semana pasada en la revista PLOS ONE, se centra en 60 personas, de distintos sexos y etnias. En un principio este grupo de científicos se vio sorprendido cuando, tras obtener las muestras, encontraron una gran diferencia entre los habitantes de cada ombligo. Tras realizar un estudio más exhaustivo se encontraron con 2368 especies de bacterias diferentes entre todas las muestras. Pero lo curioso de todo esto es que sólo 8 de ellas se encontraban en el 70 por ciento de los participantes del estudio. En general se llegó a la conclusión de que como media existen unas 67 especies diferentes habitando nuestros ombligos. Quien lo hubiera dicho, que un lugar tan pequeño albergase tantas especies como en una selva tropical.
El siguiente paso para esta investigación, es descubrir los factores que determinan las especies que se encuentran en uno u otro ombligo, para localizar patrones, ya sea por procedencia, sexo o características del sistema inmunológico. No sé vosotros, pero después de enterarme de esto veo mi ombligo de otra manera. ¿Os imaginabais algo así? ¿Qué creéis que puede determinar que una especie de bacteria esté o no en nuestro cuerpo?.
Equipo de investigación: Jiri Hulcr, Andrew M. Latimer, Jessica B. Henley, Nina R. Rountree, Noah Fierer, Andrea Lucky, Margaret D. Lowman, Robert R. Dunn. Fuente | PLOS ONE