Cuevas de Alí Babá para huir de los ladrones, las casas ecológicas del futuro

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Los hobitts que nacieron de la pluma de J.R. R. Tolkien están de moda. Acaba de estrenarse otra película de Peter Jackson y torbellinos de criaturas desfilan por los cines de todo el mundo para disfrutar de la aventura. Yo espero hacerlo estas Navidades, pero hoy en Xombit, traemos algo que pronto será real, nos olvidamos de la ficción. Unas casas ecológicas respetuosas con su entorno. Unas cuevas sin bisontes pintados, unas madrigueras con agua potable, sí, con calefacción, sí, pero también con pantallas ultrafinas. ¡Dan ganas de mudarse ya!

Casas integradas en la Naturaleza

Hay muchas casas vacías gritando horrorizadas, el boom del ladrillo se zanjó de un plumazo, cerrando un viejo candado mohoso, y un ejército armado con flores en la ventana, se quedó sin un hogar, sin sombra, encadenado a la impotencia. Esto no es la guerra, tranquilo, ni es una reivindicación de los del 15M, esto es una declaración de amor, te voy a enseñar unas casas ecológicas integradas en la naturaleza que me han dejado pasmado sin ser rey. No me extrañaría que se pusieran de moda, que sean tendencia este año que viene. A este paso puede que tengamos que tirarnos al monte. Hay que empezar de nuevo, y, ¿qué mejor que volver a las cuevas para eso?

Tolkien

Tolkien podrían reclamar derechos. Parecen casitas de hobbits, ¿verdad? Su estética no es demasiado intrusiva, es un camaleón mimetizándose, si no te fijas, pasarían desapercibidas. ¡Eh! No todo es ética y estética, también está la práctica: quién sabe, podrían ser una de las soluciones a la triple crisis que sufrimos: la ecológica, la económica y la de energía.

Vamos a ver, estudiemos el tema como si fuéramos cirujanos. Seguro que por tu cabeza está volando un moscardón con una bandera. ¿Ecológicas? Para que las viviendas estén protegidas por la tierra y se confundan con el paisaje, hay que excavar, y no poco. Eso conlleva un gasto energético y no podemos negar, que es una agresión en toda regla al medio ambiente. Cierto.

Pongamos en la balanza la otra opción. Espantosos edificios tipo colmena, Giles y Gilitos. Las casas enterradas o semienterradas tienen algunas ventajas en las que seguro no habías pensado. Entre otras, combaten el derroche energético, como más tarde verás, pero sobre todo, y por eso va esto en negrita, la que más te interesa: el precio. Resultan de tres a cinco veces más económicas.

California Futuro

Tantos siglos de evolución no han caído en el olvido. Volvemos a las cuevas, sí, pero es un regreso al futuro. No te faltará de nada, la comodidad es total. Deberías darte una vuelta por Internet y verás que afamados arquitectos como Malcolm Wells, Philippe Delage o Antoine Strauss ya se han puesto manos a la obra y dirigen proyectos que algún día serán parte de nuestro paisaje.

Casitas redondeadas, fachadas verdes, y Bilbo Bolsón en un cuadro de la pared. Una pared de hormigón. La tecnología para la construcción aún está retocándose, el objetivo es reducir costos, tanto energéticos como en la factura final del consumidor, pero de momento, en la mayoría de los proyectos, sus estructuras son de hormigón. Un dato importante.

Más datos. De expertos, que eso siempre impresiona. En su interior se suavizan los inviernos. Absorbe el calor a lo largo del verano y se va liberando durante las estaciones frías. Es más, en los últimos años se ha avanzado en un tema que preocuparía muchísimo a mi madre. El aislamiento de la humedad. Esto permite ahorrar en calefacción, puesto que se aprovechan bien las cualidades térmicas de la tierra, cuya temperatura constante ronda los 13° C.

Futuro tierra por encima

Un ejemplo es el proyecto de Binishells en California. Proporcionan envolturas de edificios de alta eficiencia y son de tres a cinco veces más baratas que una casa convencional. ¿Por qué? Utilizan menos mano de obra y menos materiales en la construcción. Estas casas incluyen invernaderos para producir calor, tratamiento de aguas, alimentos… y un jardín privado para los niños. La electricidad proviene de la recuperación de las energías de la tierra o de placas solares fotovoltaicas, mientras el agua se consigue mediante un sistema de depuración que permite el autoabastecimiento, es decir, en teoría esto nos evita pagar recibos de la luz y del agua. ¿No suena bien?

Se podrán construir todo tipo de “casas”. Alta gama residencial, escuelas, gimnasios, edificios comerciales, viviendas de bajo costo, refugios de emergencia, almacenes… Los ladrones de cuello duro y caras aún más duras nos empujarán a las cuevas de Alí Babá, sí, pero eso no impedirá que podamos salir a la calle. A tomar… cervezas.

¿Quedaría algún trozo de monte virgen si todos los habitantes de la tierra quisiéramos dormir en estas casitas? ¿Te gustan? ¿Vivirías una temporada en un sitio así? ¿Estás buscando un pueblo de este estilo para mudarte ya?

Archivado en Arquitectura, Ecología, Naturaleza, Tendencias
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