Cómo elegir el proyector adecuado para tus necesidades

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La aventura de comprar algo puede no ser siempre tan sencilla. Lo mejor sería detectar una necesidad e ir a satisfacerla, así de simple. Pero en este mundo la conexión entre necesidad y satisfacción no es tan inmediata. Las opciones son muchas y las dudas nos van sumiendo en una extraña especie de angustia. ¿Os ha pasado? En este rincón zen encontraréis la paz aquellos atormentados por la búsqueda de un proyector.

Cómo elegir el proyector adecuado

Necesito un proyector. Primer paso claro, o al menos eso parece. Si tenéis en mente una compra de este tipo acompañadme a repasar los elementos que hay que tener en cuenta para hacer una buena compra. Por supuesto que iniciaría preguntando: ¿para qué necesitáis un proyector? Acotemos las posibilidades: motivos profesionales, motivos académicos o motivos lúdicos. Los dos primeros tienen un elemento primario a considerar, a saber, el tamaño. Si se trata de un proyector que tendrá que estarse desplazando constantemente y es de uso personal, pues lo mejor será empezar descartando todos aquellos brumosos. Se sacrificarán algunas ventajas, pero también se ahorrarán muchas molestias. Para quien quiere montarse una especie de sala de cine en casa esto quizá no sea tan problemático, salvo que el espacio con el que contáis sea muy reducido.

Pero, más allá del uso, ¿qué debéis tomar en cuenta? Sencillo: tamaño de la sala, tamaño de la pantalla (sobre todo a lo ancho), la distancia a la que se proyecta, la iluminación del espacio (particularmente la que incide directamente en la pantalla) y la cantidad de gente que se espera pueda disfrutar de la función o presentación. Yo os propongo usar un cuadrante con dos ejes: el del uso y el del espacio, es decir, que teniendo claro el tipo de uso (¿para qué quiero el proyector?) y las características del espacio (¿dónde pienso usarlo?) podemos entrar a ver las especificaciones técnicas. Si ya tienes claro que quieres adquirir uno, siempre puedes comprar tu proyector en www.proyector24.es

Resolución

Nadie quiere un proyector que no brinde una buena imagen. El problema está en determinar qué significa buena imagen en cada caso. De ahí que las coordenadas de uso y espacio sean muy importantes para tomar decisiones. Las opciones de resolución estándar son las siguientes:

SVGA XGA WXGA SXGA+ UXGA WUXGA Full HD
800 x 600 píxeles 1024 x 768 píxeles (la más usual en nuestros días) 1280 x 800 píxeles (pantalla panorámica y la que tiende a ser la de mayor uso) 1400 x 1050 píxeles (calidad profesional) 1600 x 1280 píxeles (utilizada en grandes eventos) 1920 x 1200 píxeles (para grandes eventos y siguiente paso de la UXGA) 1920 x 1080 píxeles (alta definición en formato 16:9)


Si queréis disfrutar una buena película en casa y sólo tenéis pensado usar el proyector con esta finalidad, podríais pensar en un Full HD (depende del presupuesto). Pero si pensáis en reemplazar el televisor por un proyector quizá os convenga más pensar en un WXGA o en SXGA. Recordad que la lámpara del proyector tiene en promedio un tiempo de vida de 2,000 horas (aunque hay algunas que duran hasta 5,000), por lo que os conviene pensar siempre en los reemplazos a un precio conveniente o, en todo caso, revisar muy bien la duración que os prometen. Otro elemento para decidir la resolución es lo que pensáis enchufar como origen de las imágenes, pues lo ideal es que las resoluciones entre la fuente y el proyector coincidan. Claro que si sólo pensáis en presentaciones profesionales o académicas sin muchos gráficos la resolución SVGA es más que suficiente.

Luminosidad

Este sí que es un elemento clave en un proyector y hay que tener muy en cuenta el espacio en el que pretendemos hacer uso de él. El dato que os interesa es el lumen, que es la unidad de medida de la luz, aunque también se puede encontrar como ANSI lumen. Mientras más luz natural se tenga en el espacio más lúmenes necesitamos en nuestro proyector. El tamaño de la sala también afecta, pues a mayor tamaño se requiere mayor potencia. Para pantallas y distancias pequeñas en un espacio donde tenemos control de la iluminación 1600 lúmenes es más que suficiente. Para espacios más grandes se recomienda un mínimo de 2000 lúmenes dependiendo de las condiciones lumínicas de la sala.

La luz y el contraste son importantes

Contraste

El contraste es una relación que mide los negros y los blancos en la imagen. Mientras más grande sea la relación los negros serán más negros y los blancos más blancos. Dependiendo de la calidad que se busque puede ser que una relación de 500:1 sea suficiente (para presentaciones, por ejemplo). Ahora que si tenéis en mente un cine en casa debéis buscar un contraste mínimo de 1500:1 y tener en cuenta que oscurecer el espacio será fundamental.

LCD o DLP

Otro dato técnico está en la tecnología que se emplea para la proyección. Las opciones son dos: LCD (Liquid Crystal Display) y DLP (Digital Light Processing). La primera es más antigua y ocupa un poco más de espacio, aunque logra una muy buena intensidad de color. La segunda, desarrollada por Texas Instruments, es más económica y tiene en el contraste su mayor fortaleza. Ahora que, una vez valorados los otros aspectos, el presupuesto ya os debería haber tirado hacia un par de opciones en donde quizá elegir entre una y otra tecnología ya no será necesario. Pero si todavía conserváis el dilema tendréis que decidir si os gusta más apreciar el color de las cosas o si preferís una imagen donde el contraste sea muy claro.

Pantalla y distancia de proyección

El último de los elementos a considerar es la superficie donde se piensa realizar la proyección. Más que del material de la misma habrá que estar pendientes del tamaño. Dependiendo del mismo es como podemos calcular la distancia a la que se debe colocar el proyector para obtener buenos resultados. Como medida de orientación (cada marca tiene sus recomendaciones específicas) se puede considerar que la distancia entre el proyector y la pantalla es el doble de la horizontal de esta última. Así, si la pantalla mide 1,5 metros de ancho, la distancia entre ella y el proyector sería de 3 metros. Esto significa que mientras más grande sea la pantalla más distancia necesitamos, por lo que habrá que pensar en mayor potencia lumínica. Es una orientación, pero os da una idea clara del espacio que necesitáis.

Los usos de un proyector en casa

Espero que después de esto podáis comprender mejor las especificaciones de las miles de opciones que pueblan el mercado, o que podáis hacer las preguntas correctas a la hora de acercarse a la compra. No he tratado aquí el tema del presupuesto porque creo que lo mejor es tener frente a nosotros opciones concretas y claras antes de desanimarse (o animarse) por completo. Si queréis tener una idea los precios pueden ir desde los 200 hasta los 1600 euros. Dependerá mucho de lo que marque vuestro cuadrante de uso y espacio que aquí os propongo como orientación para decidir. Finalmente, no olvidéis revisar el tipo de conexión que soporta el proyector. Para uso doméstico un conector HDMI es indispensable, mientras que para uso profesional basta con que sea compatible con vuestro ordenador. Mirad opciones, haced cuentas y comparad precios. ¡Suerte en el viaje!

Archivado en Full HD, LCD, Proyectores, Resolución
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