La semana ya ha comenzado y sé que la mayoría está pensando en estos días libres, que ya casi podemos tocar con la punta de los dedos. Por eso hoy os traigo una imagen cuya idea nació precisamente en unos días de vacaciones. Pues como ya os he comentado, las ideas son la mejor herramienta para construir una fotografía interesante y de la que nos sintamos orgullosos.
En este caso, la idea no hubiera sido posible sin la odiada por muchas técnicas. Aunque nos parezca pesada e inútil, conocer la técnica fotográfica siempre será un gran aliado de las ideas. Para este proyecto tenía que plasmar la pasión, el movimiento y la sensualidad sin necesidad de caer en lo obsceno. Y descansando del ajetreado día a día visualicé cómo lo quería conseguir.
¿Cómo lo hice? Pues jugando con la larga exposición. Ya os hablé de esta técnica en una serie de artículos en los que ya os había mostrado esta imagen. No obstante, como no os había contado el cómo, os la rescato para hablaros con más calma de cómo fue el proceso de creación.
Lo primero fue abrir el diafragma al máximo, pues las condiciones de luz eran mínimas. De este modo pude alargar el tiempo de exposición hasta los sesenta segundos. Evidentemente posicioné la cámara sobre un trípode pues de no haber sido así hubiera sido imposible conseguir algo nítido y absolutamente todo en la imagen sería borroso. El único apoyo de luz era una pantalla que indirectamente iluminaba ligeramente la estancia.
Lo interesante de esta imagen es que únicamente hay dos personas que, con una señal, cambiaban de posición para de nuevo quedarse congelados hasta el siguiente movimiento. Debido a que el cambio se realizaba rápido y el tiempo de exposición era muy largo, la cámara solo recogía la información de aquello que permanecía estático el tiempo suficiente.
Fue un proyecto divertido, que da mucho juego para la experimentación. A mí siempre me ha ayudado a comprender la importancia de la luz en la fotografía. Posteriormente a la toma, no fue necesario ningún retoque, pues el efecto se logró directamente mientras se realizaba la fotografía. Una idea fue el detonante y la larga exposición y una buena coordinación con los modelos fueron las herramientas necesarias para conseguir hacerla realidad.
¿Os atrevéis a experimentar? ¿Os gusta este tipo de imágenes? ¿Tenéis un millón de fotos mejores que esta? Ya sabéis para todo lo que queráis decir, llegó el momento en el apartado de comentarios.