Si habéis seguido la serie de “Cómo elegir tu ordenador portátil” sabréis que a lo largo de la semana pasada estuvimos aprendiendo a elegir los componentes del equipo para no equivocarnos en la elección de nuestro próximo ordenador portátil. Pero eso no es suficiente para saber elegir un ordenador, por esto, en este episodio de la saga vamos a aprender a valorar otras cuestiones generales para hacer una buena elección.
Formatos de ordenadores
En primer lugar hablaremos de los diferentes formatos de ordenadores portátiles que existen, pues hoy en día existen muchos tipos de ordenadores portátiles. Por otro lado haremos un pequeño resumen de los diferentes componentes que conforman el equipo para aquellos lectores que no hayan seguido la saga desde el primer día.
A mi parecer, podemos dividir los tipos de ordenadores portátiles en cuatro grandes grupos: clásicos, ultrabooks, transformables y netbooks. Vamos a ver cuáles son las características de cada uno de esos formatos.
– Ultrabooks: destacan por el factor portabilidad, pues son muy delgados y pesan poco. El referente de estos equipos podría ser el MacBook Air, que fue, si no recuerdo mal, el primer ultrabook del mercado. Por contra, la delgadez supone una pérdida total del sistema de refrigeración, lo que se traduce en que, un ultrabook no es una buena opción para un usuario que vaya a usar muchas horas el ordenador y necesite mucha potencia.
– Transformables: he decidido añadir esta opción porque, pese a que todavía no está totalmente implementado, poco a poco vamos viendo como las compañías se centran en este tipo de dispositivos, una mezcla entre portátiles y tablets. En muchas ocasiones estos dispositivos traen sistemas operativos, como Android o Windows 8 para tablets, en los que no podremos instalar los mismos programas que podemos tener en nuestro PC de sobremesa. La versatilidad y portabilidad son el punto a favor de estos dispositivos. Ligeros, delgados y con bastante autonomía debido a los componentes de bajo consumo que incorporan.
– Netbooks: como ya comentamos en algún otro artículo, estos dispositivos se han dejado de fabricar, pero todavía se venden. Son ordenadores muy pequeños que, hoy en día están siendo substituidos por tablets y equipos transformables. También son ligeros y delgados, pero destacan por tener muy poca autonomía y potencia.
– Clásicos: el resto de equipos, los que no son ni ultrabooks ni convertibles, los metemos en el mismo saco, pero suele haber diferencias significantivas entre los equipos clásicos. En general tienen buenos sistemas de refrigeración, pero suelen ser más gordos y pesados y suelen tener una autonomía mediocre. Como ya he dicho podemos encontrar casos equipos con un sistema de refrigeración pésimo y que además sea gordo y pesado.
Tamaño
El tamaño sí importa, o al menos a la hora de elegir el ordenador portátil. Existen muchos tamaños de ordenadores. Desde 10 pulgadas hasta 17 o incluso 18 en algunos casos. Tenemos que saber que el tamaño más estándar y recomendado son las 15 pulgadas, pues es suficientemente grande como para trabajar con mucha información a la vez que no pierde el factor “portabilidad”. Por contra si elegimos equipos muy grandes perderemos ese factor y probablemente el equipo ni nos entre en una mochila. En cambio si elegimos un ordenador más pequeño ganaremos en portabilidad, pero perderemos espacio para mostrar información en pantalla, o las cosas se verán más pequeñas.
Especificaciones técnicas: cosas a tener en cuenta
Como ya comentamos en los dos anteriores artículos de la saga los componentes más importantes del ordenador son: el procesador, la memoria RAM, el disco duro y la tarjeta gráfica. Por esto vamos a hacer un breve resumen de lo que debemos mirar a la hora de elegir el equipo.
Procesador
Esta es la pieza más clave, la encargada de procesar toda la información que necesita el ordenador para funcionar. Lo que debemos tener en cuenta a la hora de elegirlo son tres factores: el número de núcleos, la memoria caché y la cantidad de cálculos por segundo. A rasgos generales recomiendo para el usuario avanzado unos cuatro núcleos y 6 MB de memoria caché. Para el usuario intermedio entre dos y cuatro núcleos y entre 2 y 4 MB de caché, y para el usuario base: dos núcleos y 2 o 4 MB de caché.
Memoria RAM
Este componente almacena la información de los programas que tenemos abiertos en ese momento. Por lo general tan sólo tenemos que fijarnos en la capacidad de ésta, así que podemos recomendar para el usuario avanzado, un mínimo de 6 GB (recomiendo 8 GB), para el usuario intermedio entre 4 y 6 GB y para el usuario base 4 GB.
Disco duro
Este componente almacena toda nuestra información (documentos, fotos, películas, música, etc.). Es muy complicado recomendar este dispositivo, pues cada usuario sabe el espacio que necesita en su equipo. Personalmente, y a modo de ejemplo, yo uso un disco de 500 GB en el ordenador, pero dispongo de un disco externo de 1 TB donde almaceno fotos, películas y demás.
Tarjeta gráfica
Tan sólo necesitaremos este componente si vamos a realizar tareas que necesiten potentes recursos gráficos como pueda ser jugar a juegos actuales o procesar fotos y vídeos. Todos los equipos de hoy en día traen una tarjeta gráfica integrada para funcionar, pero además pueden traer otra tarjeta gráfica dedicada que será la que se active cuando realicemos estos trabajos más pesados. Si no tenemos pensado trabajar con fotos, vídeos ni jugar a juegos actuales, podemos pasar totalmente de este componente.
Con esto damos por concluida esta serie de artículos en la que hemos aprendido a elegir nuestro próximo ordenador. Esperamos que os haya sido de utilidad y recordad, si tenéis cualquier duda o necesitáis algún consejo, no dudéis en dejarlo en forma de comentario.