Desde que Lara Croft encontrase en 2008 respuestas a la muerte de su madre en Tomb Raider Underworld, muchas cosas han pasado en el mundo de los videojuegos. Durante la espera, toda una legión de incondicionales del juego con el que EIDOS revolucionó el concepto de héroe a finales de los años 90, han esperado con ansiedad la salida de la nueva entrega. Ni siquiera el experimento que supuso Lara Croft and The guardian of light (más cercano a un juego arcade que otra cosa), aplacó la sed de más Tomb Raider. Tras varios retrasos, el juego desarrollado por Crystal Dynamics y distribuido por Square Enix, se puso a la venta el pasado cinco de marzo.
Durante estos años ha habido grandes avances, pero quizá hay un elemento que ha influido más que ningún otro en la evolución de Tomb Raider: el apogeo de los juegos de disparo o shooters. Es tal la popularidad de los juegos de confrontación bélica, que incluso Tomb Raider ha experimentado un cambio tanto en el estilo de juego como en los objetivos del mismo. Por supuesto que Lara Croft siempre ha tenido que entendérselas a tiros con sus enemigos, pero la manera a la que se enfrenta a ellos en Tomb Raider 2013, tiene notables similitudes con el único juego que ha podido parecérsele y que ha servido como consuelo durante la espera: Uncharted. El innegable éxito de Uncharted quizá se deba a haber sabido contentar tanto a los jugadores asalta-tumbas como a los de gatillo fácil. De hecho, hay escenas cinemáticas de Tomb Raider, que parecen sacadas de las aventuras de Nathan Drake.
Pero Nathan Drake no es Lara Croft. El protagonismo de Lara es incuestionable, mientras que Drake lo comparte con Sully y Elena. Lara tiene una personalidad y una presencia que atrapa al jugador. Es a la vez vulnerable y fuerte. Se enfrenta a retos que ponen a prueba la inteligencia del jugador. Es cierto que, como se ha dicho, el centro de gravedad de esta edición se ha desplazado ostensiblemente hacia los enfrentamientos armados que son en gran medida los que ponen freno al avance al siguiente nivel, pero el juego sigue siendo aún mucho más que tiros.
Tomb Raider 2013 incorpora algunas novedades como la elminación silenciosa de los enemigos, para lo cual aparece por primera vez un elemento que resulta omnipresente durante toda la partida: el arco. Lara lo usa no sólo para abatir enemigos (no todos humanos) sino para sortear abismos mediante el uso de flechas atadas a una cuerda. El arco, así como el resto de las armas, irán pefeccionándose a medida que va avanzando el juego ya que Lara parte de una situación en la más absoluta precariedad, tras el naufragio del barco en el que formaba parte de una expedición científica.
Para ello, se introduce otra novedad: el campamento. Lara encontrará durante su periplo distintos campamentos que le permitirán canjear restos y desafíos por habilidades y equipamiento. Otro elemento que aparece como novedad y que podría incorporarse de manera permanente a futuras entregas del juego, es un piolet que usa en las ocasiones en que la textura de una pared le permite escalar por ella. El resto de las armas son su clásica pistola (sólo una), la también clásica escopeta de cañones recortados y un rifle de asalto con lanzagranadas. Con las armas de fuego, la dinámica de combate es básicamente la misma de Uncharted y en definitiva, la misma que los shooters. De hecho, hay decorados y estancias bañadas en sangre que parecen sacadas del mismísimo DOOM, verdadero precursor de los modernos juegos de disparo en primera persona.
Quien haya jugado a Tomb Raider desde sus comienzos, echará en falta los complicados puzles que obligaban a buscar en Internet un buen samaritano que supiese la solución (la dificultad en ese aspecto no es ni de lejos la que fue). Tampoco es necesario bucear (seguro que algunos lo agradecerán) y la presencia de agua (muy lograda) forma más parte de los escenarios que otra cosa. De hecho, lo único que queda de la concepción original del juego, es la heroína que se enfrenta a todos los peligros, porque ni siquiera la Lara actual tiene nada que ver con el inexpresivo personaje de la primera entrega, ni con la evolución que experimentó en sucesivas entregas, con unos atributos femeninos cada vez más exhuberantes.
Tomb Raider 2013 constituye una reinvención de la saga, que muestra una joven e inexperta Lara Croft que parte desde una situación de extrema vulnerabilidad y que va desarrollando las habilidades que le han dado fama, guiada por el más puro instinto de supervivencia. De hecho, este instinto de supervivencia se incorpora como otra caraterística del juego, de forma que se va guiando al jugador hacia la estrategia más adecuada para sortear las dificultades. También proliferan los quick time events o escenas interactivas que obligan a una rápida conbinación de teclas para ser superadas.
Es de destacar el gran trabajo que se ha hecho con la banda sonora, que merecería la aprobación del mismisimo Nathan Drake. También se aprecia la minuciosidad en el trabajo de programación de los paisajes y zonas transitables. Los panoramas son realmente espectaculares. Tanto es así, que el juego ofrece la posibilidad de revisitar los escenarios una vez acabado, también con la finalidad de localizar los secretos y retos que han quedado pendientes. También merece una mención la gran mejora en la jugabilidad y fluidez con la que conectan las escenas animadas con el juego en tiempo real: hay veces que no se sabe si la escena ha acabado o si se está ya jugando.
A pesar de la inesperada baja cifra de ventas del juego (no todo el mundo se puede gastar más de sesenta euros en estos tiempos), quizá sea prematuro hablar, como se ha dicho en algunos foros, de fracaso comercial. Tomb Raider 2013 es una apuesta arriesgada por la renovación total de la franquicia, necesaria porque ni siquiera Lara Croft puede mantenerse al margen de las tendencias del mercado de los videojuegos. Hay que recordar que no es la primera vez que la saga experimenta un cambio de estilo, ya pasó con Angel of Darkness y aunque no todas las entregas llegaron al nivel de brillantez de The last revelation, nuestra heroína siempre se ha abierto camino y ha salido reforzada con la evolución y los avances técnicos.
Puede que Tomb Raider 2013 sólo sea un anticipo de lo que ha de venir. El tiempo dirá si Lara Croft sigue reinando o es destronada por su alter ego masculino, Nathan Drake.
¿Has jugado ya a Tomb Raider 2013? ¿Qué opinas de la evolución del juego?