No se trata de una nueva presentación, pues la Canon Powershot N fue presentada en el CES, pero se ha lanzado al mercado el pasado mes de abril. Se trata de una nueva propuesta de la firma japonesa para tratar de plantar cara a las cámaras de los smartphones, pero no lo va a tener nada fácil. En primer lugar porque cuesta 300 dólares, y en segundo lugar porque es un concepto que al usuario medio no creo que le vaya a interesar en exceso.
El concepto que ha introducido Canon pretende “endosarnos” un nuevo gadget a modo de complemento de nuestro smartphone con el que podremos tirar fotos de más calidad y transferirlas inalámbricamente a nuestro teléfono con Android o iOS para poder compartirlas o colgarlas a Internet.
La Canon Powershot N tiene un diseño casi completamente cuadrado para poder utilizarla igual tanto en posición horizontal como en posición vertical. Cuenta con tres botones físicos: uno para encender y apagar, otro para reproducir o pausar y otro para conectar al teléfono. Correcto, no tiene disparador, porque éste es la anilla que cubre el objetivo en la parte más cercana a la cámara, y deberemos presionarlo para tomar la fotografía, lo que no creo que sea excesivamente cómodo.
Afortunadamente, tiene un botón para disparar en su pantalla de 2.8 pulgadas que puede rotar hasta 90 grados para permitir una mayor visibilidad de esta cuando tomamos imágenes en ángulos poco frecuentes. Además trae un sensor de 0.4 pulgadas de diagonal (mucho más grande que el de la cámara del móvil) y un zoom óptico de 8 aumentos.
La cámara tiene modo automático, pero si cuenta con una opción especialmente interesante es la de poder cambiar los parámetros de la cámara manualmente para poder tomar mejores capturas. Eso sí, según hemos podido ver, Canon no ofrece tantas posibilidades como se creía, por lo que, bajo mi punto de vista, se ha cargado el aspecto más interesante del dispositivo.
Una vez tomadas las fotos podremos transferirlas mediante WiFi a nuestro teléfono móvil, en el que previamente habremos instalado una aplicación determinada de Canon para que la transferencia de archivos sea correcta.
Se trata, sin duda alguna de una propuesta interesante, pero que bajo mi punto de vista pierde toda la gracia en dos puntos clave. El primero en el precio, 300 dólares, demasiado. y segundo en las pocas opciones que da Canon para tomar fotos en modo manual. ¿No crees que a veces los fabricantes se pasan con los precios? ¿le ves una utilidad real al gadget? ¿lo comprarías?