Detrás de la fotografía: Autorretrato en cualquier reflejo

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Una semana más nos adentramos en una fotografía para descubrir lo que hay tras ella. Hoy vamos hablar de un género de fotografía en el que todos hemos probado, sobre todo al principio cuando no tenemos modelos para experimentar, el autorretrato. ¿Queréis ver otro ejemplo de autorretrato en el que usamos el reflejo, pero no de un espejo? Pues no dudéis en seguir leyendo.

Autorretrato Aranzazu Santana en unas gafas de sol Más allá de las típicas fotos frente al espejo de casa, el autorretrato es un tipo de fotografía por sí sola. Los bodegones, la moda o los paisajes tienen su hueco en nuestra mente fotográfica pero a veces cuando nos retratamos a nosotros mismos se nos olvida ser originales, por eso hoy quiero que descubráis los reflejos. Sé que probablemente no os esté descubriendo nada nuevo, todos tenemos alguna fotografía frente al espejo, pero en este caso lo que quiero que veáis es que existen múltiples superficies de las que podemos sacar algún reflejo. Y no hay reflejo más conocido que nuestro propio rostro.

La imagen objeto de nuestro análisis surgió, como muchas, de repente sin ningún tipo de planificación. Sentada descansaba tras una jornada de hacer muchísimas fotos junto a unos amigos y conversando me descubrí mirándome a mí misma. Es común vernos en los ojos de los demás pero generalmente no es muy cómodo captar este detalle con la cámara, pero en este caso, la superficie reflectaste era mayor. Así que, unas gafas de sol se convirtieron en mi espejo, donde pude retratarme fotografiando, tal y como el gran Velázquez se retratase a si mismo ejecutando su labor en “Las Meninas”.

Un día soleado y una pequeña ayuda del flash de la cámara fueron mis aliados en esta imagen. Consiguiendo de este modo captar con nitidez mi reflejo y descartando el resto. No fue necesaria una velocidad de obturación alta, ni abrir el diafragma de la cámara para tener luz suficiente. No obstante, para intentar suavizar las sombras en el rostro del dueño de las gafas, uso el flash de la cámara que complementado con la luz ambiente logra suavizar esas sombras duras que se obtienen al medio día o en día con un sol muy intenso.

Además posteriormente a la toma acudí al retoque fotográfico para resaltar más el reflejo. Para ello decidí pasar la fotografía a blanco y negro, sólo en las zonas que no quería que resaltaran, para que el interés de la imagen se centrara en mi autorretrato en el reflejo de estas gafas de sol. El proceso fue el siguiente:

Abrir imagen en Photoshop. – Usar el ajuste de capa blanco y negro, usando los diferentes parámetros hasta obtener la versión en blanco y negro deseada. – Con la ayuda de una máscara de capa, delimitación de los cristales de las gafas para que el ajuste de blanco y negro no afecte a esta zona. – Usando la misma delimitación, intensificar el color con el ajuste de capa Intensidad. – Duplicado de la capa de imagen y aplicación a esta del Filtro > Desenfoque > Desenfoque Gaussiano reservando de nuevo la zona de los cristales de las gafas con una máscara de capa.

El resultado aquí lo podéis ver, un autorretrato quizás algo irreal pero lleno de información sobre mí que el que sabe leer descubrirá en cada pixel que forma esta imagen. Pues al final, un autorretrato es algo más que una simple representación gráfica, también debemos intentar captar algo de nosotros y quizás añadir un punto de misterio que haga al espectador pensar en lo que ve. Soy consciente que es incomparable con Las Meninas de Velázquez, pero tanto su obra como esta fotografía encierran una misma idea, el retrato del artista y el misterio de a quién retrata revelado quizás en el reflejo.

Archivado en Detrás de la fotografía, Gafas de sol, Retrato
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