Samsung Galaxy S4 contra iPhone 5. Una batalla épica, que se renovará cuando Apple presente su próximo modelo de smartphone y dentro de un año volverá a reavivarse con un hipotético sucesor por parte de los coreanos. Lleva tiempo siendo así, los modelos tope de gama de Android se lo ponen muy difícil a Apple. Y podría decirse que la mayor rivalidad en la industria tiene lugar entre estas dos marcas… de puertas para afuera. Porque Samsung es un potente conglomerado industrial que fabrica todo tipo de componentes electrónicos, y la marca de la manzana en muchas ocasiones necesita echar mano de partes construidas por su rival para crear sus aparatos.
El caso es que la dependencia en lo respectivo a la fabricación de procesadores podría finalizar. Hace años que Apple los diseña por sí misma, y ahora los podría manufacturar TSMC, pues Wall Street Journal asegura que ambas compañías por fin han llegado a un acuerdo, tras iniciar negociaciones en el año 2010, que no daban frutos por problemas técnicos. Eso sí, el futuro iPhone 5S seguiría empleando chips de Samsung, este acuerdo no empezaría a hacerse efectivo hasta el año que viene, en una posterior generación de los dispositivos de la marca de la manzana.
Y es que Apple también dependió fuertemente de su rival coreano en lo que respecta a las pantallas, lo que ha ido evitando con la ayuda de firmas como Toshiba, LG o Sharp. Pero lograr que el corazón de sus aparatos no esté firmado por su fiero rival representa tanto un éxito comercial como psicológico, que seguro que los seguidores más acérrimos de la manzana tendrán muy en cuenta. Puede que el nuevo software de los chicos de Tim Cook no esté a la altura esperada, pero al menos tenemos la tranquilidad de que siguen trabajando duro por mejorar el hardware.
¿Qué opinas de este movimiento? ¿Ves a Apple mejor siendo más independiente de Samsung, o te gustaba esa relación amor-odio?
