No cabe duda de que el cáncer se trata de una enfermedad temible que en muchos casos resulta incurable. Sin ir más lejos, un problema médico de este tipo relacionado con el páncreas fue el que presumiblemente se llevó antes de tiempo a Steve Jobs, una muestra entre millones de los casos en los que no resulta posible superar la afección, ni siquiera contando con medios para someterse a los tratamientos más punteros. Pero la ciencia no se rinde en su objetivo de curar el cáncer por complicado que resulte y, aunque algunos tipos siguen siendo muy difíciles de tratar, otros resultan mucho menos complicados.
A día de hoy, se puede considerar que el cáncer de testículos está prácticamente curado. Hace 50 años resultaba un verdadero reto, puesto que la mitad de los enfermos no eran capaces de superar el problema. A día de hoy, más de el 96% sobrevive. Algo muy importante, ya que se trata de uno de los cánceres más frecuentes entre los hombres jóvenes. Este éxito se debe a un compuesto llamado cisplatin, que se usa en la quimioterapia desde 1978 (y que también ayuda en otros tratamientos), mientras que el progresivo aumento de los índices de supervivencia lo explica que cada vez los diagnósticos se realizan antes.
Es importante tener en cuenta el cuatro por ciento que no sobrevive la enfermedad, así como el hecho de que se siguen necesitando que los tratamientos sean menos agresivos con los pacientes en el futuro.
Son palabras del doctor Harpal Kumar, director ejecutivo de investigación del cáncer en el Reino Unido, de donde proceden estos datos. Además, añade que resulta clave seguir investigando para terminar por derrotar todas las variantes de esta enfermedad. Sin duda se trata de una noticia positiva, pero por ahora el cáncer en general sigue representado una amenaza, que toda la sociedad debe esforzarse en ayudar a erradicar.
¿Qué opinas del tema? ¿Te dejan más tranquilo estas cifras, o crees que el camino por recorrer en este tema es aún demasiado largo?