A todos os ha pasado en algún momento de vuestra vida, cuando el videojuego se torna difícil y aparecen las inmensas ganas de coger lo primero que ves a tu lado y lanzarlo lejos rompiendo todo a su paso (gracias a ello tuve que comprar una nueva TV). ¡Pues esos momentos han terminado!.
Immersion es un dispositivo diseñado especialmente para controlar estos momentos de rabia, que consiste básicamente en monitorear el ritmo cardíaco del jugador mediante sensores incorporados, por lo que si éste se está comenzando a acelerar o enojar, se aumenta la dificultad del videojuego automáticamente.
¿Pero cuál es el sentido tiene aumentar la dificultad cuando uno ya está enojado? La idea es enseñar auto-control; si conseguimos calmar la ira en momentos de adversidad, Immersion premiará al jugador con una baja en la dificultad del juego, por lo que habrá que aprender a estar siempre calmados para hacer del juego un poco más fácil de superar.
Actualmente la tecnología aún no sale a la venta al mercado, ya que debe producirse una integración entre el hardware (imagen) y el software (videojuego) que debe ser personalizado y modificado para dar soporte a Immersion. Por el momento Sam Matson programó un título estilo shooter basado en el motor gráfico Unity, añadiendo la habilidad de que el juego pueda interpretar el pulso cardíaco del jugador. Debido a que esto es sólo un prototipo, habrá que ver si es que aparece algún otro juego con soporte para Immersion en el futuro.
¿Qué opinas de esta tecnología? ¿tendrá una buena acogida por los jugadores como lo es Oculus Rift?