Vivimos en un mundo dominado por leyes que van evolucionando a medida que va pasando el tiempo. La tecnología, debido a sus increíbles avances, puede interferir en éstas, ya que puede ser usada para jugar con vacíos legales. Nos estamos refiriendo a tres tecnologías en concreto: la moneda virtual Bitcoin, los drones y la impresión 3D.
El Bitcoin es la gran moneda virtual del momento que ha dado mucho que hablar. Nos permite realizar rápidas operaciones de forma peer-to-peer sin intermediarios y a nivel mundial, contando con unas comisiones muy bajas o inexistentes. Se recomienda usarlo con cautela. Nos influye en la ley por la forma en la que se realiza el pago, ya que una de sus ventajas es que nos mantiene en el anonimato. Gracias a esto, resultaría difícil realizar el seguimiento del dinero de una cuenta a otra. Esto lo convierte en un medio de pago óptimo para actividades ilegales, ya que no hay terceros por medio controlando tus movimientos.
Un drone es el increíble robot volador que pretende utilizar Amazon. Seguro que todos recordamos aquel vídeo donde veíamos en acción al drone Prime Air, llevando los paquetes a su destino en un tiempo récord. La idea es espectacular pero si nos paramos a pensar en cómo nos afectaría esto en un futuro, sería equivalente a ir por la calle y ver a cientos de drones volando de un sitio para otro. Los drones podrían afectar a la seguridad de la ciudadanía o al deterioro de algún elemento de nuestro entorno en el caso de que sufrieran un fallo, es por esto, que sería necesario adaptar las leyes por si ocurriese una situación así.
La impresión 3D podría revolucionar algunos sectores debido a su posibilidad de abaratar costes en la fabricación de piezas. Podríamos recrear objetos tridimensionales en plástico o incluso fabricar armas, que serían difíciles de rastrear, como es el caso de la famosa pistola impresa en 3D Liberator. Lo mismo con objetos de coleccionistas dónde se mueven grandes cantidades de dinero, como las figuras Warhammer 40K, qué cuentan con derechos de propiedad intelectual. Éstas podrían ser reproducidas en casa con la ayuda de un escáner 3D y una impresora 3D, por lo que las ventas de los originales caerían en picado debido a estos mercados ilegales alternativos.
Nos estamos sumergiendo en un mundo tecnológico apasionante pero debemos tener cuidado con lo que estamos creando. Esto podría provocar un descontrol en el mundo que conllevaría a un necesario cambio de leyes para poder controlar lo que hacemos. De esta forma, podremos mantener en una cierta legalidad el uso de estos medios tecnológicos.
¿Qué opináis del futuro que nos espera usando estas tecnologías? ¿Debemos cambiar las leyes para que no se produzcan casos de vacíos legales?