Puede que no seamos realmente conscientes de la importancia del sol en nuestro día a día pero, si nos paramos a pensar, nos daremos cuenta de que influye en nuestro estado de ánimo. No es lo mismo levantarte de cama con un día nublado, que con el sol brillando a través de nuestras ventanas. Hace que lo veas todo de otra forma, que estés más motivado y feliz. ¿Por qué nos alegra el sol y nos deprime la lluvia? El sol nos da luz y nos broncea. La lluvia nos da oscuridad y nos humedece. Bajo esta teoría, ¿seríamos más felices si viviéramos en un sitio de sol casi diario?
El sol, independientemente de que sea agradable, nos produce muchas cosas positivas. Favorece la síntesis de vitamina D y cuenta con ese efecto antidepresivo por la sensación de paz y bienestar que nos hace sentir. Esta estrella con luz propia hace que nuestra piel se envuelva de un tono más bonito y suele contribuir a mejorar algunas enfermedades como puede ser la psoriasis. De todas formas, no todo es bonito, ya que también tiene efectos negativos.
Los rayos ultravioleta, pueden llegar a ser muy perjudiciales. En nuestra piel hay unas células que contienen un pigmento que conocemos como melanina, la cual nos ayuda a protegernos de estos rayos, que nos pueden quemar la piel. La exposición al sol sin protección solar puede favorecer a la aparición de manchas o quemaduras. Debemos tener mucho cuidado si nos gusta tomar el sol por lo peligroso que puede llegar a ser. Además, a largo plazo, contribuye al fotoenvejecimiento y favorece el desarrollo de cáncer cutáneo.
Si quieres evitar esta serie de problemas, no es recomendable tomar el sol en exceso y debes protegerte de él como es debido. Disfruta del sol, pero con cuidado.
¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Eres de los que les gusta tomar el sol o se pasan todo el tiempo bajo la sombrilla? ¿Te ha causado alguna vez algún tipo de problema?
